¡Hasta siempre, Juan!

Juan Horacio Lamarche fue profesor en las carreras de Filosofía y Psicología. Dictó las asignaturas Antropología Filosófica y Filosofía del Hombre durante muchos años y fuimos muchos quienes tuvimos nuestros primeros acercamientos a los planteos filosóficos en sus clases. Allí leíamos a Descartes, Foucault, Badiou, Nietzsche y Heidegger entre otros. También supo tener programas de radio, columnas en diferentes medios y mucha participación en la vida cultural de nuestra ciudad. Siempre lo encontrábamos en algún evento o también en diferentes manifestaciones callejeras, exigiendo alguna reivindicación.

Asimismo, era un apasionado por la literatura y no dudaba en compartir sus recomendaciones y prestarnos los libros de su propia biblioteca, la cual tomaba casi la totalidad -junto con sus discos- del espacio en su casa de la calle Funes.

Con Juan podíamos encontrar la chispa de la filosofía como con unos pocos docentes. Se notaba que rumiaba las ideas, tomaba su tiempo, le daba vuelta a las cosas y dejaba cuestionamientos dando vueltas. Salíamos de sus clases haciéndonos preguntas filosóficas. Eso significaba muchísimo para quienes compartimos los pasillos de la facultad.

Además de todo, Juan nunca dudó en salir a defendernos cuando en 2007 el entonces director de la carrera confeccionó una lista negra con nombres de estudiantes y graduados, exigiendo sanciones por nuestra participación en el co-gobierno de Filosofía. Fue una de las pocas voces docentes que se alzó para señalar el atropello a la participación democrática en la institución pública. Nunca olvidaremos ese gesto, esa actitud socrática frente a las autoridades.

Cuando pasemos por la parada del colectivo ya no lo encontraremos allí, esperando como aquel flâneur colgado de las nubes. Pero su calidez, su humanismo y su amor por el arte, la filosofía y las causas justas quedará con nosotros.

¡Hasta siempre, Juan!

Sin lugar para lxs opositorxs

El aula Rodolfo Walsh (ex 60) donde se reunió la nueva conformación del Consejo Académico (CA) para elegir a lxs directorxs de Departamentos estuvo organizada militarmente. La puerta grande cerrada y trabada con sillas, mientras que la puerta pequeña estaba obstaculizada por estudiantes de HXEP, lxs que se dedicaron a provocar a quienes asistieron para manifestar una posición disidente. Desde el pizarrón hacia la mitad del aula se dispusieron la decana saliente, Silvia Sleimen, los secretarios y lxs consejerxs, también estaba entre los asistentes el Decano entrante, Enrique Romanín. En la mitad del aula, se dispuso un cordón de seguridad con sillas de lado a lado, sin distanciamiento y sin pasillos, para no permitir el paso a nadie ajeno a la gestión de la Facultad. Afuera, estudiantes, graduadxs y docentes de Geografía y Filosofía junto a miembrxs de la comunidad universitaria que acompañaron el reclamo solicitamos en reiteradas ocasiones que se nos permita ingresar a la sesión para expresar nuestro posicionamiento. Lo más explícito de la situación se dio en el “¡no!” al unísono que expresaron en un grito unido lxs consejerxs y adherentes a la gestión cuando una compañera graduada solicitaba la palabra. Lo que perpetraron: votaron en contra de lo que decidieron los Departamentos opositores que habían ganado las correspondientes elecciones e impusieron a sus propixs directorxs (Enlace al video de la sesión).
En respuesta a estos atropellos, a las mentiras que esparcen sistemáticamente y al odio que destilan, les compartimos un análisis.

La miseria de Humanidades

Así como sesionaron, así conciben la política. Cerrada sobre sí misma, endogámica, chiquita, de léxico monocorde. El peligro de esa concepción, en términos prácticos, viene asomando hace rato. Más de uno se ha apresurado a hacerse con su carné de oficialista para no encontrarse con algunas puertas cerradas en cuestiones de oposiciones a cátedras, grupos de investigación y demás organizaciones dentro de la comunidad académica. Más de unx habitamos nuestro ámbito laboral con el temor de perder el trabajo. O conservarlo a costa de perder la dignidad. Si, parece exagerado, pero ya hay compañerxs cesanteadxs -para darle su lugar a un cliente– que contaban con más de 10 años de antigüedad en la docencia, ya hay compañerxs que guardan su disidencia para el ámbito privado por miedo a la represalia o a ingresar en la lógica de lista negra que no genera más que agregadxs, señalamientos de lo que falta. Y es que la endogamia política y el sistema clientelar se entienden perfectamente. Así, lo que viene ocurriendo en Humanidades -profundizado y sistematizado por la gestión de Sleimen y ahora de Romanin- es que las decisiones del aparato administrativo de la Facultad se utilizan para obtener beneficio privado, ya sea un cargo, ya sea la propia carrera política -que también es un cargo, por cierto-. Allá lejos quedaron aquellos fines nobles de la educación pública, inclusiva, para el pueblo. La patronal —la gestión de Humanidades en este caso— toma decisiones que favorecen a sus clientes, no importan las normas de acceso a los cargos públicos, no importa la calidad educativa, no importan lxs profesionales que formamos, solo que quienes ingresen compensen con la perpetuación en el poder del funcionario implicado o de su entorno y a la larga se vuelvan también esxs funcionarixs. La relación se fortalece con el lado oscuro de la lógica: la amenaza constante de utilizar esa misma capacidad de decisión para perjudicar a quienes no colaboren con la gestión. 

Sea como sea, de lo que se trata es de una gigantesca miseria, no solamente económica, sino integral. Su gestión se reduce a la distribución de esa miseria, que ha sido miseria desde siempre. Porque no proyectan luchar para que haya más de todo, proyectan cerrar cada vez más el círculo de quienes reclaman una parte. En lo que atañe al presupuesto, por ejemplo, el dinero liberado de la jubilación es una buena excusa para lxs administradores, jamás para resolver cuestiones estructurales, sino para sostener la escasez que lxs hace existir y reproducir(se) como sector de poder, como camarilla. La miseria económica es condición de la miseria integral. Sacar concursos abiertos, con juradxs externos –o al menos que no sean parte de la camarilla– en las variadas áreas de las disciplinas, implicaría admitir en las carreras el ingreso de otras voces, otras orientaciones políticas, otras líneas de pensamiento. Su propia concepción política de la academia que entiende el saber como una propiedad del claustro, –claustro proviene de la palabra latina claudere cuyo significado es clausura– donde se dictamina el qué y el cómo del conocimiento; los lleva a ver la democrática distribución del presupuesto público –que ya es antidemocrática desde el momento en que es una miseria–, como una terrible amenaza. 

Pero aún al margen de tales consideraciones sobre los profundos miedos de la camarilla que nos gobierna/administra; su política atenta de manera brutal contra la normalidad del trabajo académico en general. Significa el desmantelamiento de cátedras enteras, de equipos de investigación, de colectivos de producción intelectual. Vale decir: no se trata tan sólo de los directamente golpeados, lo que ya es suficientemente grave. Es toda la comunidad universitaria (docentes y estudiantes), es toda la práctica vinculada a la creación de saber la que sufre un empobrecimiento desastroso.

Golpe blando o de cómo imponer autoridad cuando la comunidad no te elige en las urnas

Desde 1983, en el ámbito institucional de Argentina, hay un contrato tácito básico: el resultado de las urnas se respeta. Aparte quedan las discusiones de cómo se construye la lógica electoralista, de cómo se construye la ciudadanía en las facultades y de otros problemas derivados. Ése sería un salto cualitativo en la discusión política acerca de cómo profundizar la participación democrática, lamentablemente hoy tenemos que discutir lo básico de una democracia representativa. Los resultados del proceso post-electoral durante el cuál se realizó la elección de Directores de Departamentos bajó el piso de la discusión. El punto básico de acuerdo era que la cantidad de boletas de un color que salen de la urna, definían quiénes ocupan los cargos: ésto ya no es así en Humanidades. Uno puede ganar la mayoría en las elecciones de Departamento y, sin embargo, perder (perder ganando le dicen ahora).

En este punto aparece la gravedad del espíritu político de la medida, tal como se indicó antes, pero también surge la cuestión legal y su aprovechamiento.

La gestión de Humanidades y el sector que impuso a la nueva (vieja) gestión del Departamento de Filosofía se ampara en un artículo del Estatuto en el que indica la modalidad en la que se llevará a cabo la elevación de las propuestas desde el Departamento en cuestión al Consejo Académico:

ARTÍCULO 107.- El Consejo Departamental elevará al Consejo Académico o Directivo una lista de como máximo tres (3) candidatos a ocupar el cargo de Director. En dicha lista se fundamentarán las postulaciones, presentando un currículum vitae detallado de los candidatos y sus propuestas para el desarrollo de la gestión. El Consejo Académico o Directivo designará al Director en base a la propuesta elevada.

No obstante, se omite la subsiguiente contundencia del artículo 111:

ARTÍCULO 111.- El Consejo Departamental se constituirá en la autoridad máxima del Departamento y en el organismo de discusión de todo lo que haga a la actividad del mismo. En cuestiones internas del Departamento, podrá tomar decisiones ad-referéndum del Consejo Académico o Directivo, según corresponda.

Es decir, desde un análisis técnico, el artículo 107 describe cómo debe ser la mecánica en la elevación de posibles propuestas de dirección, pero incluso siguiendo la lógica del mismo se desconoce el asesoramiento del CAD pues no se cumple lo que indica en su cierre: «designará en base a la propuesta elevada». Se elevaron las que se presentaron y se indicó cuál fue la que recibió más avales (la de Parente en Filosofía y la de Mantovani en Geografía). A su vez, siguiendo un orden lógico en la exposición, el artículo 111 agrega que el CAD es la autoridad máxima del Departamento en todo lo que haga a su actividad, esto incluye, naturalmente, la decisión sobre qué proyecto de dirección se elige para la carrera. Es importante resaltar que las normas no son enunciados aislados, atómicos, es un texto con coherencia, con un ordenamiento, digamos que uno puede hacer una lectura particular de un artículo, pero un estatuto es un texto de interpretación holista, los enunciados se encuentran concatenados. De ahí la importancia del 111 y la inexistencia del artículo que dice que los departamentos son «solo asesores». Además, hay que agregar que el 111 incluso llega a indicar que el CAD podría tomar decisiones ad-referéndum del CA. El resto, es la formalidad organizativa que siempre se cumplió en Humanidades, los CADs proponen, el CA refrenda. Así siempre fueron los usos y costumbres hasta que la saliente Decana Sleimen declaró a los Departamentos de Filosofía y de Geografía como departamentos “conflictivos” (básicamente porque no hacían lo que se les decía que tenían que hacer y discutían la legalidad y los direccionamientos políticos de la Facultad). A partir de ese momento, las decisiones neurálgicas para la organización de estas carreras pasaron a modificarse sin excepción en el CA. Los usos y costumbres de Humanidades hablan por sí sólos, inclusive se llevan a cabo con otros Departamentos en la actualidad, tal como lo indica el derecho consuetudinario.

Por otra parte, en el marco de la UNMDP, se puede observar cómo se dieron las cosas en un caso similar con algunos de los mismos actores reacomodados en diferentes posiciones. En el Colegio Illia parte del sector kirchnerista vinculado a la conducción de Humanidades, tras enfrentarse y ganar por un voto a quienes son sus aliados en la Facultad -la UCR, que allí hace alianza con el PS-, estaba muy preocupado frente a la posibilidad de que el Rector (PS) hiciera lo mismo que ellos hicieron con Filosofía y Geografía, es decir, designar al candidato a Director que perdió las elecciones. Finalmente no sucedió, Rectorado respetó los usos y costumbres, dando continuidad al resultado electoral, más allá de que formalmente tenía la posibilidad de designar al contrario. Lo que deja a la vista esta situación es que la exposición de lógicas diferentes para situaciones con el mismo esquema devela la arbitrariedad de una medida tan radical para la organización de una institución pública.

Esto nos lleva al siguiente punto: no alcanza con autoproclamarse algo para serlo. No alcanza con decirse pluralista y demócrata para lograr que sea real. La repetición hasta el absurdo de ciertas fórmulas es algo a lo que la política de los últimos 10 años nos tiene muy acostumbrados, se repite un mantra en el que en primera persona se establecen las propias características. Vemos que si los hechos no coinciden, no importa, se ejecuta la repetición discursiva y se consigue un auditorio que asienta. Ése auditorio es el que está garantizado con el sistema clientelar. Entonces se va completando la rueda. A su vez, ese mismo auditorio está convencido de que defiende la pluralidad y la democracia, porque sin saberlo conscientemente proyectan una hipóstasis: ellxs son la pluralidad y la democracia. Por lo tanto, si son ellxs quienes ostentan el poder, se trataría del reino de la pluralidad y la democracia. Se vuelve absurdo, pues se trata de una autocontradicción: la pluralidad soy yo mismx y quienes me contradicen no son pluralistas ni democráticxs, por lo tanto quedan censuradxs. Con una estructura de este tipo, aprovechando el aparato administrativo y burocrático de la institución, lo cual no es menor, justifican hacia su interior la violación de los resultados electorales y otro tipo de acciones antidemocráticas que han realizado a lo largo de los años.

Por supuesto que una consecuencia inmediata será la deflación del cogobierno departamental. A partir de un antecedente como el último, pierde sentido pensar en los pasos avanzados por la Reforma del 18. Si observamos alguno de sus pasajes para ver a qué cosa se enfrentaron hace más de 100 años, podemos dimensionar el retroceso actual: 

Las universidades han sido hasta aquí el refugio secular de los mediocres, la renta de los ignorantes, la hospitalización segura de los inválidos y -lo que es peor aún- el lugar en donde todas las formas de tiranizar y de insensibilizar hallaron la cátedra que las dictara. Las universidades han llegado a ser así el fiel reflejo de estas sociedades decadentes que se empeñan en ofrecer el triste espectáculo de una inmovilidad senil. Por eso es que la Ciencia, frente a estas casas mudas y cerradas, pasa silenciosa o entra mutilada y grotesca al servicio burocrático. Cuando en un rapto fugaz abre sus puertas a los altos espíritus es para arrepentirse luego y hacerles imposible la vida en su recinto. Por eso es que, dentro de semejante régimen, las fuerzas naturales llevan a mediocrizar la enseñanza (…) (Manifiesto Liminar de la Federación Universitaria de Córdoba – 1918).

Injusticia epistémica

La imposición de directorxs ilegítimxs en Filosofía y Geografía no es un hecho aislado, es más bien el corolario de una serie de acciones emprendidas por la gestión de Humanidades contra las gestiones de estas carreras. Durante 4 años, se dedicaron minuciosamente a generar un clima de hostilidad, de ingobernabilidad, llevaron a cabo bloqueos y boicots, iniciaron una campaña de difamaciones y mentiras personalizadas: una verdadera guerra psicológica. No es metafórico, hay compañeros con carpeta médica que han visto afectada su salud física y psicológica y que han sido hostigados, durante los últimos días, con llamados insistentes a sus teléfonos particulares por personas que actualmente ocupan cargos de autoridad. De tal modo, prepararon el terreno para generar una situación en la que imponer un director de su sector sería el modo de solucionar el problema (el problema que ellxs mismxs inventaron) bajo una apariencia de legalidad. No podemos dejar de hacer la comparación con la práctica del lawfare, en este caso al interior de una institución, pero lawfare al fin. 

Las acciones antedichas podrían ser entendidas, todas ellas, bajo un rasgo común subyacente: el de la injusticia epistémica. ¿Qué queremos decir con ello? Así como el sexo, la etnia o raza, la clase social, el lugar de nacimiento, el patrimonio económico, entre otras categorías, son variables importantes en la atribución o privación de virtudes epistémicas a los sujetos, también lo es la identidad política. Creemos que tal categoría, dentro del ámbito de la institución universitaria, juega un rol fundamental en los mecanismos de inclusión y exclusión en la producción de conocimiento. Y más aún, juegan un rol fundamental a la hora de atribuir autoridad epistémica a los enunciados que expresan las personas o grupos sociales.

La autoridad epistémica es un concepto a través del cual se expresa la carga de aceptación que se le adjudica a un agente o grupo social en lo referido al valor de verdad de sus enunciados. ¿A quién le creemos lo que dice? ¿Por qué le creemos lo que dice? ¿Todas las personas ostentamos la misma carga de autoridad epistémica? ¿O algunas personas son más creíbles que otras? ¿En dónde radican las fuentes de la autoridad epistémica? Si bien pudiera parecer que la autoridad epistémica depende exclusivamente de las virtudes epistémicas intrínsecas que puedan detentar los enunciados que se estén juzgando, la realidad es que esto no funciona de este modo.

En realidad, lo que sucede es que no juzgamos la autoridad epistémica de personas o grupos sólo en base a si los enunciados que expresan son factibles, verificables o adecuados, por ejemplo, sino que, en esa valoración se cuelan factores extra-epistémicos que actúan bajo la forma de sesgos conscientes o inconscientes. 

A las gestiones de Filosofía y Geografía le han sido negada su autoridad epistémica en todo lo concerniente a las disciplinas que organizan, a causa de su identidad política, que no es otra cosa que un conjunto de acuerdos que constituyen el horizonte común de las acciones políticas de un grupo social, el marco común que permiten un modo de organización de la vida en común, en nuestro caso de lo común en el ámbito de la carrera de filosofía.  

El argumento oficial, el que se dice y se repite en las sesiones de Consejo Académico, por ejemplo, suele ser que los departamentos son asesores, enunciado que -es menester aclarar- no figura en la letra escrita del Estatuto (en ninguna de sus versiones, ni la anterior, ni la nueva que data del 2017 (enlace al estatuto) y tampoco en el reglamento interno de los Consejos Departamentales (ordenanza interna a Humanidades, del año 1994 enlace al reglamento). La repetición hasta el hartazgo de dicho enunciado tiene un doble movimiento, el de estipular discursivamente el estatus de los departamentos (son sólo asesores) a la vez que deflacionar el propio concepto de “asesor” hasta convertirlo en un flatus vocis. Con todo, las consecuencias pragmáticas que le siguen son aún más radicales, no sólo nos reducen a un apéndice esteril de la burocracia, sino que promueven un criterio de demarcación entre quienes deciden y quienes obedecen, ellxs y lxs otrxs. En suma, lo que nos dicen es: ganen las elecciones, deliberen, discutan argumentos, propongan, pero nada de lo que ustedes digan o hagan es vinculante en nuestras decisiones. Lo que nunca dicen y menos aún repiten -y que sí se encuentra en la letra escrita del Estatuto vigente- es el artículo artículo 111 (citado más arriba) que expresa con toda claridad que el Consejo Departamental se constituirá en la autoridad máxima del Departamento. Y, por supuesto, ante la pregunta para qué, entonces, las elecciones en el seno de cogobierno, nos encontramos también con un rotundo silencio. Todo parece indicar que es la gestión la que debe ganar las elecciones en Rectorado para reformar el Estatuto y eliminar, siguiendo su deseo, las elecciones en los Departamentos de carrera, mientras tanto la medida es de facto y es contra los departamentos disidentes a su política.

Asimismo, y por mor de la argumentación, si efectivamente sólo asesoramos -que lo hacemos, claro, como representantes elegidxs democráticamente mediante elecciones, y concediendo que asesorar sobre cuestiones no es influir en lo más mínimo en las decisiones correspondientes-, cabe preguntarse por qué nuestro asesoramiento es desautorizado sistemáticamente ¿acaso todo, absolutamente todo, lo que hacemos y proponemos está mal? ¿en todo nos equivocamos? ¿son malos todos nuestros argumentos, todos nuestros proyectos? Todo parece indicar que la desautorización es deudora de un sesgo, una especie de axioma de discriminación donde no importa el contenido de nuestras ideas. Es como si dijeran: a priori todo lo que pueda ser dicho y actuado por ese sector está mal, hoy y siempre.

Por eso para nosotrxs no se trata de las normas, de este o aquel artículo, sino de una hermenéutica política de las normas. Allí reside la discriminación y la injusticia epistémica. Allí se cuelan los prejuicios y los juicios extra-epistémicos. Allí nuestra voz es desautorizada. No porque no sepamos de la disciplina, eso no importa, sino porque no nos sometemos a un modo de organizarla. Porque no somos posibles clientes porque criticamos la lógica misma de lo clientelar-, porque caemos a priori bajo la lógica de la exclusión, señaladxs en la lista de lo que hay que separar, apartar, como más arriba indicamos.

Tal situación se pone en evidencia aún más si tenemos en cuenta que en Humanidades conviven 9 departamentos, cada uno específico de su área disciplinar, y el accionar se ejecuta solo con dos de ellos, Geografía y Filosofía, los únicos dos cuya identidad política la gestión de Humanidades juzga como no alineados, desobedientes y conflictivos -como si el conflicto fuese algo malo en sí mismo y no el carácter intrínseco de lo social-.

Por último, no queremos dejar de señalar que los actos de injusticia epistémica no son abstractos, menos aún lo son sus consecuencias. Causan daños a personas concretas de carne y hueso en su condición específica de sujetos de conocimiento y, por tanto, en una capacidad esencial para la dignidad humana. 

Humanidades como productora de subjetividad

Estos procesos de discriminación se van sedimentando en las estructuras de sociabilidad y en las instituciones humanas. Se construyen subjetividades válidas y subjetividades inválidas para habitar la institución pública. A su vez, estos esquemas se replicarán en el estudiantado proyectado por este tipo de docente e investigador. Entonces, se dan modos de ser aceptados y modos de ser no aceptados. 

La premisa número uno es no cuestionar a la autoridad. La inmediata consecuencia de su cumpĺimiento cercena de entrada el carácter crítico de la formación. Es inevitable dar cuenta que la construcción de sujetos obedientes y mansos es el proyecto de todo sistema autoritario. Cada vez que se avanza para silenciar voces disidentes, cada vez que se arma una causa para definir disputas políticas, cada vez que se utiliza la legalidad para aplastar manifestaciones opuestas, cada vez que se discrimina y se demoniza al que tiene otra idea de cómo debe funcionar lo público, cada vez que se potencian las burlas frente a la negación de la palabra, se están sentando las bases de un sujeto proclive a las tendencias autoritarias, un sujeto incapaz de salirse de una dinámica instrumental, sin autonomía para criticar o para pensar otros horizontes posibles. Se constituyen, así, en sujetos reproductores, obedientes, a la espera de su premio: cargos para comprar autos, viajar al Caribe y mostrarse en las redes sociales. Y no se trata de que estas cosas sean malas en sí mismas, sino que estos ejemplos se convierten en el objetivo final de esta clase de subjetividad. La reproducción y el consumo. En los casos más ambiciosos, la imagen de intelectual se cimenta con el mismo ejército de obsecuencias, siempre bajo el ala del poder y fundado en la criminalización de la disidencia. Criminalización que siempre tiene la forma de la personalización. Docentes, con nombre y apellido, a los que se les pone la letra escarlata. Con quienes no hay que hablar, no hay que interactuar y deben ser apartadxs porque son el mal encarnando. Increíble, ¿no? pero, usual en Humanidades. 

El ejemplo más claro de lo resultante puede observarse en la conducción gremial estudiantil, que a su vez son gestión de la Facultad, formada con este esquema. A la hora de cumplir con el rol de consejerxs en el CA, parecieran, siendo benevolentes, ni siquiera dar cuenta de las consecuencias concretas de lo que votan, de que están definiendo el futuro laboral de personas o la conformación de plantas docentes competentes, ni del poder que tienen sus votos, ni de lo significativo del rol estudiantil como voz propia en un cogobierno. Parecieran desconocer que no están obligadxs a hacer lo que lxs docentes les dicen. Esto no es más que la muestra de que ese poder no fue construído por ellxs. Por el contrario, el poder reside en la obediencia, en la dádiva multiplicada en cientos de cargos públicos en la universidad y fuera de ella. Ya ni siquiera deben hacerse responsables de sus no decisiones, sus cuerpos deben responder a la orden de leer o levantar la mano: fin de la tarea. Luego, quien demuestra mayor ambición será un nuevx encargadx de la próxima cuadrilla y en algún momento podrá decidir a quién le corresponde o no algún cargo. 

Asimismo, podemos agregar que en el caso de la votación de Directorxs, decidieron por sobre la voluntad de carreras de las que ni siquiera forman parte, ya que ningunx era de Filosofía o Geografía, sin embargo ayudaron a invertir la decisión tomada por la mayoría de ambas comunidades.

Al final, se terminan metiendo con el trabajo de la gente, decidiendo como patrones de estancia quién trabaja y quién no. Quién no besa el anillo es candidatx a ser desterradx. Así, se meten con el trabajo y también con la vocación de quienes dedican la vida a una disciplina. Intervienen, en un punto más intangible pero no por eso menos verdadero, con las expectativas, con las proyecciones de una profesión, con los sueños, generando el descreimiento y la desvalorización de personas comprometidas con la educación y la investigación públicas. Construyen ejércitos de soldadxs obsecuentes, sin autonomía, sin capacidad crítica sobre las propias prácticas, temerosxs, servidores de la autoridad a como dé lugar. Y ése es el esquema de docente que luego llega a las escuelas para formar a las nuevas generaciones. 

A eso juegan con estas políticas que despliegan, pisoteando las cabezas disidentes.

Frente a esa estructura estamos enfrentadxs, al día de hoy ya somos testigxs de cómo comenzó el nuevo reparto de cargos y recordamos otro pasaje del centenario Manifiesto Liminar que resulta muy actual:

Mantener la actual relación de gobernantes a gobernados es agitar el fermento de futuros trastornos. Las almas de los jóvenes deben ser movidas por fuerzas espirituales. Los gastados resortes de la autoridad que emana de la fuerza no se avienen con lo que reclama el sentimiento y el concepto moderno de las universidades. El chasquido del látigo sólo puede rubricar el silencio de los inconscientes o de los cobardes. La única actitud silenciosa, que cabe en un instituto de Ciencia es la del que escucha una verdad o la del que experimenta para crearla o comprobarla.

Por eso queremos arrancar de raíz en el organismo universitario el arcaico y bárbaro concepto de Autoridad que en estas Casas es un baluarte de absurda tiranía y sólo sirve para proteger criminalmente la falsa-dignidad y la falsa-competencia. (Manifiesto Liminar de la Federación Universitaria de Córdoba – 1918).

Virtualidad: ¿con lxs estudiantes adentro?

1Cursadas virtuales (para quienes pueden). ¿Y los finales? ¿Y las prácticas docentes?

Pasó un largo tramo del cuatrimestre de cursadas virtuales bajo el slogan “Quedate en casa”. Aunque no vemos las sillas vacías es evidente el desgranamiento estudiantil. Lxs estudiantes, se han visto expulsadxs de las aulas virtuales por diversos motivos: falta de acceso a las plataformas, ausencia de dispositivos para leer, problemas de conectividad, desinformación por parte de la facultad, dificultades para acceder a los materiales (virtuales o fotocopiados) y sobre todo la ausencia de un acompañamiento sostenido. Sumado a todo esto, la llamada continuidad pedagógica no contiene a lxs estudiantes, quienes, por la cuarentena, vieron afectadas sus condiciones de vida. Nos referimos a quienes además de estudiar trabajan, tienen niñxs o personas a cargo y/o no disponen de tiempos ni espacios aptos para estudiar. Además, lxs estudiantes que vienen transitando sus carreras se ven imposibilitadxs de rendir exámenes finales y lxs estudiantes del profesorado no pueden realizar sus prácticas docentes. En cuanto a los exámenes finales, la decana Silvia Sleimen manifestó públicamente en la sesión informativa del mes de abril  del Consejo Académico que frente a las consultas del Rector, fueron ella y el resto de lxs decanxs, quienes dieron la negativa para su realización.

2Ingresar a la Universidad en el contexto habitual, con modalidad presencial, suele ser complejo. Siempre entendimos que la mejor manera de llevarlo adelante es mediante el compañerismo,  la solidaridad y las prácticas colectivas. En un contexto como el actual, de aislamiento, el proceso se vuelve dificultoso y hostil. Y lo es aún mucho más cuando la conducción del Centro de Estudiantes de Humanidades, Humanidades x el Proyecto, se preocupa más por su alianza con las autoridades que por los derechos de lxs estudiantes. Es necesario que el CEH se organice con independencia de las autoridades para combatir el desgranamiento estudiantil y que elabore colectivamente políticas propias para que ningunx compañerx se quede afuera.


En este contexto, no podemos dejar de resaltar que también aparecen en escena los problemas estructurales de la universidad. Son aquellos que no son exclusivos de la situación de cuarentena. La educación pública de calidad no es para todxs. Las cuestiones de clase continúan prevaleciendo ante la falta de respuestas de las autoridades. La Universidad no contiene y no se comunica, lo cual provoca, por ejemplo, que el Servicio Social Universitario se encuentre desbordado, además de que ofrece respuestas bajo parámetros cuantitativos obsoletos. ¿Quién puede sostener que unx estudiante con un teléfono al que a veces le puede activar los datos móviles reúne las condiciones básicas para estudiar? Todxs sabemos lo que cuesta, en relación a la vista, leer desde el teléfono pero aun es más difícil plantear la posibilidad de la construcción de conocimiento en igualdad de condiciones a partir de la actividad exclusiva desde ese tipo de dispositivos. 


En este contexto, es increíble recibir noticias de que en algunas asignaturas se han empezado a “purificar” las aulas virtuales y las planillas de estudiantes, enviando un email a quienes hace tiempo no acceden a la plataforma. Es más, si no accediste al aula virtual por falta de conexión probablemente tampoco te puedas enterar de que quedaste afuera porque te lo comunican por un email que no podrás leer por la falta de conexión. 


¿Es el trabajo de lxs docentes solucionar los problemas de cada estudiante? No, claro que no. Y reconocemos el trabajo que están llevando adelante de manera incansable en este contexto. Son las autoridades quienes deben responder a estas problemáticas y llevar adelante las políticas de inclusión y de diálogo constante entre docentes, estudiantes y servicio social. 

3Es un hecho: lxs estudiantes se mantienen en la universidad como pueden. La sobrecarga de material para trabajar, la poca actividad multimedia y de clases virtuales son un claro retroceso en materia pedagógica. La resolución constante de guías de actividades y trabajos prácticos simultáneos, que solo en ocasiones obtienen devolución, no garantiza un proceso de enseñanza aprendizaje. ¿Acaso consideramos a lxs estudiantes como una tabula rasa? ¡Ni siquiera pasó Freire por acá!

Lxs estudiantes que llevan más tiempo lidiando con sus disciplinas han naturalizado el caos en Humanidades. En un contexto excluyente, las autoridades optaron por tomar medidas que provocan la exclusión también de esos sectores: ¿qué hacen lxs estudiantes que solo tienen los exámenes finales o las prácticas docentes por delante? La suspensión de mesas de finales en Mayo y la imposibilidad de rendir para quienes adeudan más de tres finales, sumado a la imposibilidad de llevar adelante las prácticas docentes está generando un estancamiento en la formación de lxs estudiantes avanzadxs. Las autoridades de Humanidades nuevamente se entregan a la lógica del “todo pasa” y te dejan en espera, en stand by. ¿Por qué consideran que se puede cursar de manera virtual pero no dar finales o hacer las prácticas docentes? ¿Cuál es el currículum oculto prescindible de la cursada presencial y cuál el de los exámenes finales que resulta imprescindible? 

4

De esta manera, nos interesa continuar profundizando el debate sobre la “continuidad pedagógica” en Humanidades. A nuestro humilde entender, a pesar de los esfuerzos de lxs docentes y de lxs estudiantes, la misma no se está garantizando para todxs. Por eso, proponemos una serie de cuestiones concretas en vistas del cierre del cuatrimestre y de un segundo cuatrimestre sobre el cual todavía no tenemos precisiones pero que imaginamos bajo condiciones sanitarias similares: 

– Plan integral de desarrollo de las clases virtuales que garantice la continuidad pedagógica.

– Mesas virtuales de examen final para todxs lxs estudiantes que lo requieran.

– Programa de prácticas docentes virtuales.

– Gestiones para que Servicio Social Universitario cuente con más y mejores herramientas de cara a la situación actual.

¡Que la Facultad de Humanidades no deje a nadie afuera! 

¡Organicémonos para frenar el desgranamiento y para lograr condiciones de cursadas más justas!

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Respuesta al correo electrónico de la Gestión de Sleimen

Tras la difusión de la situación, tras la participación activa de las diferentes fuerzas del campo popular que conforman la vida en la Facultad y la Universidad, tras el tratamiento del tema y el pronunciamiento por parte de la Federación Universitaria Marplatense, recién luego de todo eso, la Decana elaboró las Resoluciones de decanato (RD) correspondientes para designar a lxs docentes que dictaron el curso de ingreso en Filosofía y para designar a lxs ayudantes estudiantes en los cargos obtenidos por concurso público de oposición. Sin embargo, la designación no fue total, sólo aprobó 5 (cinco)  de las 8 (ocho) ayudantías concursadas. Las razones esgrimidas en la RD -ser inédito que un estudiante gane 3 cargos- desnudaron las verdaderas razones (en el mismo expediente se aprueba a otro estudiante que obtuvo 2 cargos). Decíamos, desnudaron las verdaderas razones: Juan Francisco Arias hace política y es un militante de una organización opositora a la gestión de Humanidades. A eso le llamamos persecución política: ser discriminado por diferencias ideológicas con quienes ejercen el poder y tienen una relación jerárquica, asimétrica, respecto del estudiante. Hace tiempo que habitamos la Facultad de Humanidades y lamentablemente no podemos comprender esta situación como un hecho aislado, es más bien un eslabón más de una cadena extensa.

Portada 1

Luego de que hiciéramos pública nuevamente esta situación, el equipo de gestión de la Facultad de Humanidades, decidió, mediante un mail que envió a la comunidad universitaria, explicar por qué hicieron lo que hicieron. Que se hayan visto en la obligación de explicar, luego de las exigencias de que así lo hicieran, nos hace pensar que existe todavía en esos sectores que conforman la gestión cierta cuota de racionalidad y estima de la democracia, que entiende que las tareas de un funcionario público contienen responsabilidades, obligaciones y se hallan dentro de un entramado legal que no puede ser desconocido.

Sin embargo, consideramos que las razones aducidas en el mail del que hablamos trasladan infantilmente responsabilidades, contienen información que no se condice con los hechos, desconoce los reglamentos y dice demasiado sobre cómo esta gestión comprende el ejercicio de los cargos públicos. Es por ello que vamos a responder punto por punto a lo enunciado por el equipo de gestión en su mail. No nos molesta tener que escribir y escribir, la pereza no es aliada de quienes hemos elegido transitar críticamente las instituciones que habitamos.

No es fácil, dado que mientras escribíamos este texto, la persecución política denunciada fue explicitada públicamente mediante el comunicado de la agrupación de la decana: Pluriversidad. Sin embargo, haremos el esfuerzo porque estamos convencidos que un buen ejercicio democrático supone discutir los mejores argumentos del interlocutor. Y esos argumentos no están en el comunicado de Pluriversidad, allí solo vemos el facilismo de atacar al otrx convirtiéndolo en el espantapájaros. La caricaturización del otrx, su demonización, no tiene otro cometido que el de desautorizar su palabra, convertirlo en nada. Más si ello se hace desde el ejercicio de la autoridad y del poder. Pensamos que no se trata sólo de ganar batallas, creemos que es bueno ganarlas con buenas razones.

Pero, basta de preámbulos. Vayamos al mail.

Dicen:

En ambos casos, se trata de expedientes de designaciones docentes del Departamento de Filosofía, que debían ser tratados por el Consejo Académico a finales de marzo y que, en el marco de la situación actual de interrupción de su funcionamiento, debieron ser objeto de Resoluciones de Decanato. Es menester recordar que todas las designaciones docentes se realizan a través de una ordenanza del Consejo Académico, y que las resoluciones del Decanato son un recurso extraordinario que se utiliza exclusivamente para resolver cuestiones sencillas o urgentes. Los decanos no están obligados a utilizar este recurso estatutario, pero pueden hacerlo con total legitimidad, teniendo en consideración que sus decisiones deberán luego ser refrendadas por el Consejo Académico.

Claro, exactamente. Venimos diciendo esto hace semanas. En el marco de la pandemia, el Consejo Académico no está funcionando. De ahí la necesidad de que se arbitren los medios necesarios para que lxs ayudantes estudiantes y lxs docentes del curso de ingreso de Filosofía puedan cobrar su salario. El único modo de hacerlo a nuestro entender era justamente una Resolución de Decanato (RD). Así que en este punto han acordado con nosotrxs. Efectivamente, como las RD son un recurso extraordinario que se utiliza para resolver cuestiones sencillas y urgentes, añadimos que cobrar el salario es a nuestro entender un tema de urgencia.

Los dos casos “denunciados” tienen algunas similitudes, pero también diferencias importantes. Por ello los explicaremos separadamente, siguiendo simplemente el desarrollo de las acciones contenidas en el expediente y aludiendo a las más elementales normas de funcionamiento de la Universidad, definidas por su Estatuto y sus ordenanzas.

Claro que sí, hay similitudes: que en ambos casos lxs trabajadores no estaban percibiendo su salario. Y diferencias, algunas relevantes, por ejemplo que lxs docentes del curso de ingreso ya habían trabajado durante los meses de febrero y marzo; lxs estudiantes ganadores de los concursos, por su parte, había que darlos de alta para que puedan comenzar a trabajar y así percibir su correspondiente salario. Volveremos sobre este punto más adelante, especialmente sobre la última oración. Porque creemos que justamente el accionar de la Decana en su RD lo que NO hace es seguir las normas de funcionamiento de la Universidad, definidas por su Estatuto y sus ordenanzas.

En primer lugar, se denuncia a la Facultad por la (no) designación de dos graduados que habrían dictado el curso introductorio que ofreció el Departamento de Filosofía en marzo de este año. 

En primer lugar la denuncia es a la Decana quien es la encargada de firmar la RD. Más allá de cómo sea la deliberación previa a la publicación de la RD, lo cierto es que quien tiene la potestad para elaborarla y firmarla es la Decana Silvia Sleimen.

El 18 de diciembre de 2019, dicho Departamento solicitó la designación de dos graduados para tales fines, y el expediente le fue inmediatamente devuelto por no adjuntar la documentación necesaria para su tratamiento. Con esa documentación adjunta, la solicitud volvió a ser elevada por el Departamento el 28 de febrero de 2020, y recibida el 2 de marzo por la Secretaría Académica de la Facultad. Seguidamente, se informó al Dr. Diego Parente -cosa que ya se había hecho para otros dos casos similares unos días antes- que la designación debía realizarse en alguna asignatura del Plan de Estudios, debido a que los cursos de ingreso no forman parte de la oferta académica, y que tanto la Facultad como los demás Departamentos organizan los cursos, talleres y charlas para ingresantes a través de la participación voluntaria de docentes, graduados y estudiantes avanzados. En cumplimiento de lo solicitado, y habiendo tomado conocimiento del contenido del expediente, el Dr. Parente elevó el 29 de abril la nota con las especificaciones requeridas oportunamente, solicitando la designación de ambos graduados en la asignatura Introducción a la Filosofía. 

El departamento de Filosofía elevó para su aprobación la designación de lxs docentes que habían trabajado en el curso de ingreso, como lo venía haciendo años anteriores. Cuando el Departamento de Filosofía recibe esos expedientes nuevamente lo que solicitaba la Decana de la Facultad era que se adjunten las firmas de todxs lxs consejerxs departamentales que habían estado en la sesión de Consejo Departamental en la que se había tratado dicho tema. Exigencia que no se encuentra normada y que dilata el tratamiento. De todos modos, el Departamento de Filosofía, tratando de cumplir con lo solicitado, elevó nuevamente el expediente con el pedido de designación adjuntando el acta de la sesión de Consejo Departamental.

Nunca se solicitó al Departamento de Filosofía que lxs docentes sean designadxs en alguna asignatura del Plan de Estudios, debido a que los cursos de ingreso no forman parte de la oferta académica, y que tanto la Facultad como los demás Departamentos organizan los cursos, talleres y charlas para ingresantes a través de la participación voluntaria de docentes, graduados y estudiantes avanzados. De hecho, esta directiva es novedosa y extraña, más aún cuando se hace sin el funcionamiento de los órganos de cogobierno en medio de la cuarentena.

Para la gestión la culpa es del otro siempre. Un clásico. En este caso, afirman, que la culpa es del Departamento de Filosofía. Pero no. El Departamento de Filosofía elevó todo en tiempo y forma, de la misma manera que lo ha hecho durante los últimos 3 (tres) años, tiempo que lleva funcionando el curso de ingreso. Dicho curso fue propuesto por la entonces directora del Departamento de Filosofía: Patricia Britos durante su dirección, se sostuvo durante la dirección de Crelier y funciona en la dirección actual de Parente. El curso de ingreso se realiza desde hace 3 (tres) gestiones del departamento. Siempre se hizo igual. Siempre se aprobaron lxs docentes para trabajar en el curso de ingreso. Aquí abajo les dejamos para que vean la OCA del 2019 donde las mismas funcionarias que hoy lo niegan, aprueban el pedido.

Siempre fue un mero trámite que no requirió más que la presentación de la nota. Estamos hablando de dos designaciones a término de Ayudantes Graduados durante 1 (un) mes, sueldos de a lo sumo 10.000 pesos. La gente que decide que esos sueldos no se cobren tienen cargos exclusivos, cargos de gestión y vaya a saber qué más. Deben ganar más de 80.000 pesos al mes.

Con todo, el director del Departamento de Filosofía, atendiendo a la gravedad del caso y a la urgencia de que los salarios puedan ser cobrados por lxs trabajadorxs, elevó ahora el pedido de designación de lxs docentes del curso de ingreso en una asignatura de la currícula tal cual fue solicitado por la Secretaria Académica. De todos modos, es llamativo que en el medio de la cuarentena se nos dé una nueva directiva que continuamos sin comprender. Continúa pendiente que la gestión explique por qué cambió las reglas.

A su vez, el Centro de Graduados de Humanidades nos solicitó que atendiéramos a esta situación extraordinaria, y procediéramos con las herramientas que el Estatuto habilita. De este modo, el problema fue resuelto a través de la RD 591/20 (disponible en el Boletín Oficial, nº 323 del 6 de mayo de 2020, y que adjuntamos). 

Aquí es necesario aclarar que la conducción del Centro de Graduados de Humanidades es parte de la gestión de la Facultad. Por esa misma razón, el CGH se negó a denunciar la situación que atravesaban lxs graduadxs afectadxs y a responsabilizar a decanato por el incumplimiento en el pago de sus sueldos. Hicieron público un comunicado en el que decían haber hablado con las autoridades y que la respuesta había sido favorable. Nada más. Lo cierto es que ninguna de esas charlas privadas hizo que la RD se aprobara para que lxs docentes pudieran cobrar, más bien fue la publicidad que le dimos a la situación y la aceptación del Departamento de Filosofía de elevar ahora la designación como secretaría académica estaba exigiendo.

Reiteramos que esta medida extraordinaria reemplaza por razones de fuerza mayor a las ordenanzas del Consejo Académico, órgano de cogobierno en el que está representados todos los claustros y en el que se expresan democráticamente todos los sectores de la Facultad. Al utilizarla, la Decana demostró su vocación de resolver el problema, ocasionado en repetidos errores administrativos del Departamento de Filosofía.

En el Consejo Académico no están representados todos los sectores de la facultad. Ni cerca. En este momento, la Decana, la mayoría docente, lxs graduadxs y lxs estudiantes son del mismo sector político (Pluriversidad + Nuevo Encuentro). Mientras que solo hay dos consejerxs de otro sector político, la minoría docente. Por otra parte, lxs trabajadores no docentes no cuentan con voto en dicho órgano de cogobierno. El consejo académico no solo deja afuera a múltiples sectores políticos sino que privilegia al claustro docente por sobre los otros. Ustedes dirán, ganamos las elecciones. Ciertamente, es indiscutible (aunque podríamos discutir largo y tendido las prácticas viciadas de la propia institución que derivan en tal endogamia, o la naturaleza misma de los órganos de cogobierno, pero ese es otro tema). Ahora bien, eso no significa que sea un espacio en el que se expresan democráticamente todos los sectores de la Facultad. De hecho, cuesta mucho poder dialogar en los consejos académicos sin consejerxs que nos den la palabra. Lo que también es indiscutible es que el Departamento de Filosofía tiene sus propias elecciones de claustro aún cuando los resultados no sean de su agrado, sus representantes han sido legítimamente elegidos. Quienes somos representantes en el cogobierno de Filosofía podremos ser sectores minoritarios como ustedes nos llaman, pero aún así representamos a la comunidad de una carrera que forma parte de la Facultad de Humanidades. Creemos que una práctica democrática en el ejercicio del poder debería bregar por la tolerancia, la convivencia y el pluralismo.

Respecto de la “voluntad de la Decana para resolver el problema”. Ni la Decana ni las autoridades de la Facultad de Humanidades mostraron voluntad de resolver el asunto. La respuesta de la Secretaria Académica a una de las docentes que dictó el curso de ingreso para Filosofía lo muestra con claridad. Abajo pueden verlo. Increíblemente, la docente casi que es acusada por haber trabajado y no se le responde absolutamente nada en relación a su salario.

Nota 1

Nota 2

Podemos ver en éstas dos imágenes la nota presentada por lxs docentes del Curso Introductorio a las Carreras de Filosofía. Y, a continuación, también en dos imágenes la respuesta de la Secretaria Académica.

SEC 1SEC 2

 

Siguiendo con el tema de la voluntad. No es voluntad lo que exigimos, este asunto no es una cuestión de buenas intenciones. Lo que exigimos es que lxs funcionarixs públicos cumplan con sus deberes. En el presente caso, la RD se torna un deber de la Decana. Respecto de la última oración del párrafo “errores administrativos del Departamento de Filosofía, ya lo contestamos más arriba. No hubo ningún error, hubo una solicitud diferente, en el medio de la cuarentena y con el reclamo por los salarios adeudados ya iniciado. Y si fuera un error, entonces hace 3 años que lo venimos cometiendo, y no sería exclusivo del Departamento de Filosofía, sino también de la gestión que aprobó las ordenanzas durante esos 3 años.

En segundo lugar, se denuncia a la Facultad por la (no) designación de un estudiante en tres cargos de ayudante alumno del mismo Departamento. Como todos los años, se realizaron entre diciembre y marzo distintos concursos de ayudantías estudiantiles en todos los Departamentos. Estos se tramitan por las vías administrativas corrientes: las comisiones asesoras elaboran propuestas que, tras el cumplimiento de todos los pasos necesarios en la oficina de Concursos (en particular, la firma de los dictámenes por los integrantes de las comisiones asesoras y la notificación de los resultados por los aspirantes), son sometidos al Consejo Académico. En el caso de los concursos del Departamento de Filosofía, algunas comisiones asesoras entregaron sus dictámenes a comienzos de marzo, en ciertos casos ya con firmas digitales por estar sus integrantes en cuarentena obligatoria o residir fuera de la ciudad, y el día 17 de marzo se notificó el último de los estudiantes que podía hacerlo, quedando pendiente la notificación de otro más que no se encontraría en la ciudad hasta fin de mes.

No obstante faltar este paso requerido para el tratamiento del expediente, la administración le dio curso, para que pudiese tratarse en el Consejo Académico antes de la finalización del mes, y hacer posible las designaciones el 1º de abril. Lamentablemente, dicho cuerpo sesionó por última vez el día 18 de marzo, sin posibilidad de que se reuniera la comisión de asuntos académicos, y luego el pleno del cuerpo. Junto con muchos otros, este expediente quedó en el edificio de la Facultad. En el marco de las numerosas dificultades y urgencias de las primeras semanas del cuatrimestre, y en particular de la organización de las cursadas virtuales, nos reunimos con la comisión directiva del Centro de Estudiantes de Humanidades, que nos manifestó su preocupación por este expediente. En ese encuentro, celebrado el día 22 de abril, nos comprometimos a dar una respuesta en el curso de la siguiente semana. 

Denunciamos a la Decana Silvia Sleimen por haber discriminado a Juan Francisco Arias al realizar una RD que aprobaba a todxs lxs ganadores de los concursos menos al mencionado estudiante. Por incumplir con su deber. Por persecución política. Volveremos sobre este punto.

Antes de eso, queremos aclarar que en primer lugar denunciamos que durante el periodo 2018-2019 la Gestión de la Facultad se negó sistemáticamente a realizar los concursos de las ayudantías estudiantiles alegando, falsamente, que se presentaron fuera de término las documentaciones para la conformación de las comisiones asesoras. Si no fuera falso el motivo, no se explica por qué durante todo el año 2019 nos vimos obligadxs a reclamar en cada una de las instancias formales la realización de los concursos, e incluso hubo posibilidad de organizarlos para Agosto de 2019, pero tampoco sucedió. El resultado fue que durante todo el año 2019, Filosofía no pudo hacer uso de los recursos correspondientes a las ayudantías. ¿Dónde fue a parar ese dinero? Nunca recibimos una explicación.

Los concursos pendientes recién se llamaron para ser sustanciados entre diciembre del 2019 y marzo del 2020, algo que solo fue garantizado por la colaboración activa del Departamento para organizar las comisiones asesoras. Finalmente, una vez que todos los concursos finalizaron, y luego de esperar un tiempo considerable para que las ayudantías sean aprobadas, pasamos a reclamar la designación de lxs estudiantes de Filosofía tal como se hizo en las demás carreras.

Continuando, si tal como expresan “los expedientes debían ser tratados en marzo”, ¿por qué no lo trataron en el último Consejo Académico que hubo previo a la cuarentena? Realizaron un Consejo Académico de urgencia el 18 de marzo (comisiones express y plenario en el mismo día) en el que se aprobaron las plantas docentes para que todos lxs docentes pudieran cobrar -algo que correspondía-, en ese mismo momento se podrían haber aprobado estas designaciones también.  No está demás aclarar que es la gestión de la Decana Sleimen la que se encarga de los expedientes y su organización, no los Departamentos de las distintas carreras.

Otro punto importante que nos interesa mencionar. Se aprobaron todas las ayudantías de todas las carreras, menos las de Filosofía. Incluso, en Cs. de la Información terminaron de hacer los concursos para la misma época que en Filosofía. Con lo cual, la voluntad que mencionan, aunque queramos asirla se nos hace cada vez más lejana.

Respecto de la reunión que se menciona con la Comisión Directiva del Centro de Estudiantes. Estamos perfectamente al tanto pues gracias a la organización colectiva, a la insistencia por los medios formales, a la publicación y socialización de los hechos, se logró que el problema de las no designaciones sea tratado en una Comisión Directiva del Centro de Estudiantes en la que por supuesto participamos. De la misma derivaron dos resoluciones: realizar una reunión con el equipo de gestión FH (reunión que mencionan en el mail) y la participación de estudiantes en el Consejo Académico virtual (donde también volvimos a plantear la preocupación y solicitamos la designación por RD). Lo cierto es que en ninguno de los casos, permitieron que la totalidad de la comisión directiva participe. Luego, en ninguna de las instancias contestaron por qué no designaban a lxs ayudantes de Filosofía. La respuesta giró siempre alrededor de la misma tónica: no vamos a hablar de eso ahora, esto no es parte del temario, ya va a salir y otras evasivas por el estilo. Nunca la respuesta fue como enuncian “nos comprometemos a dar una respuesta en el curso de la siguiente semana”.

44:59 pueden ver la intervención del compañero en el CA, tal lo decidido en la comision directiva del CEH, la respuesta de la Decana y los contundentes silencios de lxs Consejerxs Docentes por la mayoría, de Hxep y del Centro de Graduados.

 

Y eso hicimos: nos desplazamos hasta el edificio de la Facultad, recuperamos el expediente y procedimos a su estudio para elaborar una respuesta institucional. Al hacerlo, observamos con sorpresa que tres de las ocho designaciones propuestas tenían como destinatario a un mismo estudiante, y que esto constituía un hecho inédito en la Facultad de Humanidades. A nuestro entender, este caso ponía en discusión la naturaleza misma de las ayudantías estudiantiles, que son una experiencia formativa y acompañan la realización de los estudios de una carrera, tal como se desprende de los fundamentos de la normativa de la Universidad y de cada una de sus unidades académicas. Pensamos que una triple designación, que equivale a una dedicación de 30 horas semanales, resulta ajena a una política ajustada al espíritu de las normas que definen las ayudantías estudiantiles, y a la visión de una universidad plural, inclusiva y democrática. Estamos convencidos de que dicha dedicación a la docencia desnaturaliza la condición de alumno de quien la ejerce y, a su vez, priva a otras y otros estudiantes de la posibilidad de acceder a este tipo de oportunidades formativas. Si el Consejo Académico no comparte esta posición, podrá fundamentarlo y actuar en consecuencia, desautorizando las designaciones realizadas y, eventualmente, proponiendo aquellas que considere convenientes.

Finalmente, tras la difusión de la situación, tras la participación activa de las diferentes fuerzas del campo popular que conforman la vida en la Facultad y la Universidad, tras el tratamiento del tema y el pronunciamiento por parte de la Federación Universitaria Marplatense, recién luego de todo eso, la Decana decide realizar la RD correspondiente. En primer lugar, nos parece necesario decir que si no era responsabilidad de la Decana hacerla (tal como dicen en el mail) entonces por qué finalmente la hizo. Más que buena voluntad, nos permitimos interpretar su accionar como efecto del conflicto. Si la hubiese sacado ni bien se comunicó el Departamento de Filosofía o lxs propixs afectadxs, ninguna denuncia hubiese tenido lugar.

Bien, volvamos. La decana finalmente sacó la RD que aprobaba las ayudantías, pero decidió en el mismo acto realizar la designación de 5 (cinco) ayudantías de 8 (ocho). Dejando a uno de lxs estudiantes que había ganado 3 de ellas sin ningún cargo. Todo lo que aparece como razones para su no designación son inconducentes. Las comisiones asesoras fueron aprobadas por el Consejo Académico, los concursos se realizaron de acuerdo a los reglamentos, participaron varixs estudiantes, las comisiones asesoras elaboraron sus dictámenes con lxs ganadores, no hubo impugnaciones. ¿qué sigue? Aprobar a lxs ganadores de los concursos. No hay mucho más para discutir en este punto y la Decana Silvia Sleimen lo sabe. Puede que el ganador no sea de su agrado, que le parezca raro que haya ganado 3 cargos (y no 2, recordemos que hay un mismo estudiante que gana 2 cargos y es aprobado sin problemas) o incluso hasta creer que no se los merece, en cualquier caso: tiene que aprobar su designación porque es su deber. Porque no existe un reglamento que limite la cantidad de ayudantías. Lo mismo vale para el Consejo Académico. Pueden discutir la naturaleza de los cargos todo lo que quieran, pueden incluso elaborar una nueva ordenanza, lo que no pueden es desconocer los reglamentos vigentes. Y aún cuando elaboraran una nueva norma, no podrían aplicarla de manera retroactiva. En este punto, tanto la Decana con una RD como el CA debe designar al ganador de los concursos. Vale subrayar que la participación en un concurso, genera una serie de derechos, uno de ellos es ser designado si se gana el concurso. Si unx no va a ser designadx tras ganar un concurso, no se entiende como se le permite presentarse. Nosotrxs creemos que no tenemos que explicarles esto. No los subestimamos. Y es por esa razón es que no nos dejan otra opción que pensar que es un caso de persecución política.

Pero, por mor del argumento, dejemos de lado esa cuestión y seamos benevolentes. Consideramos muy sano debatir sobre “la naturaleza de las ayudantías estudiantiles” así como tantas otras cuestiones que hacen a la vida académica, por ejemplo los atributos que se arrogan las autoridades institucionales cuando consideran que el ocupar un cargo público les da legitimidad para hacer y deshacer sin mayores explicaciones, por mero verticalismo. Nos parece sano discutir el modo de acceso a la docencia universitaria y los objetivos que se persiguen. Nos interesa discutir cómo se realizan los concursos y el tratamiento que se les da a las impugnaciones con sustento concreto. Es decir, nos parece sano discutir cuestiones de fondo que atañen a la Universidad Pública, a la educación, y consideramos que la instancia de deliberación -cuando es genuina- es bienvenida.

Ahora, no consideramos que el momento de discutirlo sea a la hora de designar una ayudantía estudiantil ya concursada. Otra vez. No se legisla de manera retroactiva, eso es una máxima del Estado de Derecho en el que se encuentra la institución universitaria. Por ejemplo: consideramos que los resultados de la virtualidad en la educación son muy discutibles, sin embargo, no hemos realizado acciones para impedir que las clases continúen ni mucho menos para que lxs docentes cobren su salario. Hay momentos e instancias para plantear las discusiones, así como modos de ejecutar acciones que atañen a trabajadores. Luego, si el consejo académico no está de acuerdo, tampoco podría votar en contra, porque no se puede votar algo contra las normas: no se puede votar que el que ganó pierda porque no me gusta que haya ganado justo ése.

Por otra parte y respecto a las 30 horas: muchas veces sucede que hay estudiantes con dos ayudantías y también son adscriptos en otra asignatura. Eso implica 30 horas. También existen casos de estudiantes que se adscriben en 3 asignaturas o más. Sucedió y seguirá sucediendo. Nunca se trató de un problema. ¿El problema sería que cobren?  3 (tres) ayudantías sería algo así como 15.000 pesos ¿es mucho para una Facultad que no para de agrandar su planta de gestión creando subsecretarías de subsecretarías? Más allá de que la norma permite explícitamente a los docentes tener hasta 5 (cinco) cargos simples, tampoco parece ser un problema de fondo para la gestión a la hora de designarlos en 3  (tres) cargos o más. De hecho en Filosofía hay casos y la gestión no discutió la naturaleza de los cargos simples y no “resulta ajena a una política ajustada al espíritu de las normas que definen las ayudantías [docentes], y a la visión de una universidad plural, inclusiva y democrática.” Es muy notorio el cambio de criterio.

Algo más queremos agregar. Si el problema fue ganar 3 cargos y no 2 y si existe buena voluntad para resolver la situación ¿no podían comunicarse con el afectado para hacer explícito el problema? Si fuera genuina la preocupación le hubieran ofrecido elegir dos y mantener una en suspenso, por ejemplo, pero ni siquiera le respondieron los mails (como podrán leer a continuación de éste párrafo). Esto muestra que el argumento utilizado es, no sólo algo por fuera de las normas, sino un inocultable acto de discriminación.

A continuación les dejamos el mail escrito por lxs estudiantes (con fecha 27 de abril) y la respuesta de mesa de entradas de la Facultad de Humanidades confirmando el recibo. Todavía no ha recibido respuesta de las autoridades.

 

Solicitud de Arias y otrxs ayudantes estudiantes.

Única respuesta institucional.

 

Algunas preguntas que nos hacemos al releer: ¿quiénes piensan esto que dice el párrafo que citamos?¿Quiénes están convencidos de esto? ¿a quienes refiere el plural? ¿con qué comunidad se discutieron tales valoraciones? Para nosotrxs es claro que quien dictaminó que no era apropiado designar a Francisco Arias fue la Decana Sleimen, porque las RD las hace la decana. Consideramos que si todos los pasos del concurso se cumplieron al pie de la letra de la normativa y no hay impugnaciones, la Decana no debería dedicarse a realizar juicios valorativos, debería designar. Los concursos fueron de hecho plurales, democráticos e inclusivos. Si existen ciertas pautas para poder concursar y quien las cumplió además ganó, tiene el derecho de acceder a esta instancia laboral y de formación.

Mientras tanto, nada obliga a un Decano o una Decana a actuar contra sus convicciones, sin ninguna norma que lo prescriba. En la Universidad pública, los cuerpos colegiados constituyen el espacio de definición de la política académica institucional.

A esta sentencia le vamos a dedicar sus propias líneas. Nos llama poderosamente la atención la siguiente afirmación: nada obliga a un Decano o una Decana a actuar contra sus convicciones, sin ninguna norma que lo prescriba”. Si lo que eso significa es que no se puede ir en contra de las normas aún cuando sean contrarias a las convicciones de la Decana, entonces estaríamos frente a lo que Maliandi llama “autocontradicción performativa”. A saber, afirmar justamente aquello que no cumple en su RD. Atenerse a la norma. Designar al ganador de los concursos aún cuando sea contrario a sus creencias. Ahora bien, si lo que esa oración significa es que las normas solo son cumplidas cuando se adecúan a las convicciones de quien debe cumplirlas, la propia función de las normas se volvería fútil. Y la discrecionalidad de los funcionarios públicos sería moneda corriente.

Imaginemos que un decano tiene la convicción de que el Consejo Académico no debe estar integrado por estudiantes. Lamentablemente, sus convicciones quedarán para la esfera privada, en tanto decano está obligado a cumplir los estatutos. Incluso si sus convicciones concuerdan con los estatutos, lo relevante en tanto funcionario público es que cumpla con los estatutos, no cuáles sean sus convicciones.

Por último, efectivamente “en la Universidad pública los cuerpos colegiados constituyen el espacio de definición de la política académica institucional”, acordamos. Pero existen normas que regulan a los cuerpos colegiados y también deben ser respetadas.

Por lo tanto, entendimos que una Resolución del Decanato no podía resolver un tema tan delicado, y reemplazar al Consejo Académico en un asunto que, sin dudas, merece el debate entre los diferentes claustros. Por eso, tal como se observa en la RD 586/20 (que adjuntamos, y también se halla en el Boletín Oficial), fueron designados los ayudantes que se ajustaban a lo que sucede año a año en nuestra Facultad, y se trasladó al máximo órgano de cogobierno la resolución del caso anómalo. Es decir, por si cabe aclararlo, la Decana designó a los aspirantes propuestos en los cinco casos que se encuadraban dentro de los patrones ordinarios, y la resolución de los tres cargos restantes permanece en el Consejo Académico para su tratamiento correspondiente.

¿Por qué es delicado el tema? Evidentemente jerarquizamos distinto lo que consideramos delicado. Lo delicado es dejar sin cobrar a un estudiante que ganó concursos y no permitirle trabajar mientras que a otros sí se les permite. Lo delicado es no cumplir con las obligaciones acorde al Estatuto Universitario. Si Francisco Arias cumple con los mismos requisitos que el resto de lxs postulantes que ganaron, ¿por qué elige no designarlo? Si toda RD debe luego ser refrendada por el CA, por qué no lo designó primero y que luego sea tratado por el Consejo Académico. ¿Por qué no elevan un proyecto para regular las ayudantías estudiantiles para su discusión? Todo eso se puede hacer. Lo que no puede hacer es no designar al ganador de los concursos, ni la Decana, ni el Consejo Académico.

¿Cuáles son esos patrones ordinarios? ¿Dónde se encuentran? En ninguna de las ordenanzas, ni las del Superior ni la del Académico figura el criterio “inédito” de ganar 3 (tres) ayudantías como motivo para no designar a un estudiante. Tampoco en el estatuto de la universidad que es claro al respecto. En su artículo 36 del Capítulo III puede leerse: Los Ayudantes Estudiantes se designarán por las pautas y procedimientos de evaluación que fije el Consejo Superior y por el término de un (1) año.

En síntesis, en ambos casos se observa que los expedientes tuvieron el circuito pertinente. Si no se hubieran interrumpido las actividades presenciales, se habrían resuelto según el trámite habitual, en el Consejo Académico. Es de público conocimiento que este contexto nos obligó a priorizar la organización de la cursada virtual de 19 carreras, coordinando el trabajo de cerca de 500 docentes y atendiendo las necesidades de casi 5000 estudiantes. La capacidad de resolver muchas cuestiones pendientes se vio así limitada. En estos dos casos, y como se observa claramente en los expedientes, atendimos las inquietudes del Centro de Estudiantes de Humanidades, y del Centro de Graduados de Humanidades, además de las del Departamento de Filosofía, quienes nos solicitaron una solución que con todo nuestro esfuerzo dimos en un cortísimo tiempo.

Si los expedientes tuvieron “en ambos casos el circuito pertinente” y si se “habrían resuelto según el trámite habitual, en el Consejo Académico” ¿qué son todas esas disquisiciones sobre la naturaleza y las cuestiones de fondo a la hora de aprobar una RD que luego debe ser refrendada por el Consejo Académico?

Si se priorizó el aula virtual luego de asegurarse que algunxs docentes cobraran su sueldo y por eso se aprobó la planta docente, entonces, ¿por qué la diferenciación para con los ayudantes estudiantes? ¿Acaso no se lxs considera también trabajadores? Los ayudantes estudiantes también necesitan trabajar para poder solventar estos momentos tan complejos de pandemia. Y necesitan trabajar todxs, no sólo lxs que son de su agrado.

Por otra parte, la situación no hubiera llegado hasta el punto actual si desde el comienzo hubiera habido una vocación de diálogo y solución. Por el contrario, se negó la posibilidad de solucionar el tema en el corto término y se accionó -provocativamente- una vez que la situación cobró carácter público.

Como bien sabe la comunidad de la Facultad, las autoridades han mostrado en estos más de dos años la mejor predisposición para responder las demandas y necesidades de todos los sectores, y atender a ellas desde una perspectiva de interés común y de política institucional. En la medida de lo posible, seguimos haciéndolo en este tiempo de pandemia y aislamiento social, en el que muchos de nuestros docentes y estudiantes deben enfrentar graves dificultades para llevar adelante sus vidas. Lamentamos que algunos actores, y en particular aquellos que tienen responsabilidades de gobierno en nuestra Facultad y lo ejercen dentro de los marcos de la institución, no solamente carezcan de la prolijidad administrativa necesaria para gestionar sus asuntos, sino que también recurran sistemáticamente a la mentira, el escrache y la difamación como herramientas de acción política.

El estudiante al que la Decana Sleimen eligió no designar también es un estudiante de esta Facultad y contaba con este sueldo para poder llevar adelante su vida. Tampoco se vio la predisposición cuando nos negaron la posibilidad de concursar un año entero, eliminando un año de ayudantías. ¿a dónde fue a parar ese presupuesto?

Por otra parte, la Decana es la que está incurriendo en una desprolijidad administrativa. Porque los concursos de las ayudantías fueron más prolijos que todos los que hubo en la historia de Filosofía. Lo único que tenía que hacer era designar y se tomó atribuciones, valorativas y discriminatorias, que no le corresponden en su rol de Decana. Señalar que una funcionaria pública está incumpliendo con sus obligaciones no es un escrache, es la crítica al mal desempeño, a la utilización de lo público como si se tratara de algo privado y eso es lo que no se acepta. Se espera que la comunidad permanezca mansa y sumisa ante los atropellos institucionales. No nos interesa la vida de la Decana, cuestionamos su desempeño en dicha función.

Asimismo, no es cierto que «las autoridades han mostrado en estos más de dos años la mejor predisposición para responder las demandas y necesidades de todos los sectores, y atender a ellas desde una perspectiva de interés común y de política institucional». Ha sido explícito en sesiones de Consejo Académico, por la propia Decana, que el Departamento de Filosofía está considerado de una manera diferente y negativa en relación al resto. La prueba está en esta situación: lo que para otros Departamentos se trata de un mero trámite administrativo (como aprobar ayudantías o docentes de un curso de ingreso) para el Departamento de Filosofía se convierte en una aventura infernal, llena de obstáculos y persecución.

Quien utiliza la institución pública para perseguir actores políticos es la propia gestión de la facultad, y de eso se trata el caso que estamos discutiendo. Y no tenemos problema en continuar el diálogo que iniciamos. Pero, tenemos muy en claro que la discriminación ideológica no es una invitación al diálogo, sino todo lo contrario, es una práctica que mina cualquier posibilidad de convivencia democrática. Y no estamos dispuestos a hacer silencio, la crítica es una elección y también es un modo de rechazo a todo aquello que nos sofoca, nos discrimina, nos aísla, nos desautoriza. No nos importa ser hoy una minoría. Nos importa transformar todo lo que deba ser transformado para que la Universidad Pública sea en los hechos un territorio del pueblo.

Colectivo Mundo x Ganar, 18 de Mayo de 2020

 

Hay Alternativa: La Juntada

Las elecciones que tendrán lugar durante esta semana en la Facultad de Humanidades se enmarcan en un contexto muy particular. En primer lugar, porque se eligen representantes gremiales y del cogobierno estudiantiles, graduadxs y docentes de manera simultánea por segunda vez en la historia de la UNMDP. Pero, a su vez, porque vivimos en la Argentina en un contexto de endeudamiento con el FMI (con todo lo que ello implica) y a nivel electoral todo parece indicar que habrá un cambio de gobierno.

Ante este panorama, desde el Colectivo Mundo x Ganar, entendemos que gane quien gane el poder ejecutivo, lxs de abajo tenemos que organizarnos en unidad para salir a pelear por nuestras reivindicaciones. En nuestra sociedad, y particularmente en Argentina, la democracia es muy débil pues hay escasos canales de participación política. La democracia se encuentra determinada por las relaciones de producción y, por lo tanto, se encuentra supeditada a las decisiones de la clase capitalista. Los mercados presionan, gobierne quien gobierne. Por eso, no podemos quedarnos quietxs. No debemos conformarnos con ejercer el voto. Tenemos que presionar nosotrxs también. Nuestra tarea es construir junto a los sectores populares, desde los sindicatos, desde los centros de estudiantes y desde todos los lugares donde transitamos nuestra vida, la resistencia en la que paso a paso vayamos prefigurando la sociedad que queremos construir.

En la Facultad de Humanidades, los sectores populares atravesamos un proceso de avances y retrocesos constante. En este momento, logramos conducir los Departamentos de Filosofía y Geografía no sin dificultades. La gestión radical histórica, con la decana Sleimen y HxEP como sus aliados estudiantiles, no cesa sus ataques contra estos departamentos y otros opositores como Historia y Letras, votaron en contra de registros de antecedentes y concursos que podrían haber garantizado más bandas horarias para las carreras, cajonearon las ayudantías estudiantiles durante todo este año, hicieron silencio ante los reclamos por más presupuesto para las carreras, en resumen, se ha atentado contra la cursada de lxs estudiantes. Es así que la democracia en los órganos de cogobierno se ha visto sumamente debilitada en estos dos años de gestión de Sleimen y se ha profundizado la persecución política contra aquellxs graduadxs y docentes opositores. 

Frente a esta coyuntura, la conducción del CEH, Humanidades a la Lucha, hoy Frente estudiantil en Lucha, se mantuvo en silencio, evitando así la confrontación con la Decana e incluso en algunos casos se sentaron a negociar con la gestión a espaldas de lxs estudiantes. Una conducción que proponía un CEH asambleario se negó a convocar asambleas y desmovilizó a lxs estudiantes. La falta de perspectiva política y de lectura de la situación llevó su experiencia de conducción a un fracaso rotundo que afectó negativamente no solo a lxs estudiantes sino a los procesos políticos contrahegemónicos de la facultad.

Desde el Colectivo Mundo x Ganar, asumimos la responsabilidad de enfrentar a la gestión de Sleimen y sus prácticas antidemocráticas desde su asunción en cada lugar en el que nos encontramos. Así lo hicimos por ejemplo, durante dos años, con nuestra representación minoritaria en el Consejo Académico de la Facultad. Lxs estudiantes venimos apaleados por la crisis y por la situación en Humanidades. Por eso, vemos la necesidad de construir en unidad una alternativa independiente de los gobiernos y verdaderamente independiente de la gestión, no sólo para resistir, sino para avanzar posiciones para la transformación de la Facultad de Humanidades. Por eso, decidimos construir La Juntada en estudiantil y Despierta Humanidades en graduadxs. Quienes trabajamos todo el año para transformar la universidad, desde sus aspectos académicos, políticos y disciplinares, tenemos la experiencia, el conocimiento y el compromiso necesario para hacerlo. Queremos otras carreras, queremos otra Humanidades. Queremos una facultad democrática y popular donde el conocimiento esté al servicio de lxs trabajadores, donde ningunx compañerx se quede afuera por ausencia de opciones para cursar, donde exista la pluralidad de voces en las materias, donde nuestrxs docentes ingresen por evaluación y de manera democrática, donde lxs estudiantes participemos de las decisiones sin someternos al mandato de los poderosos como hace HxEP, entre otras cosas.

Lxs estudiantes estamos frente a la oportunidad histórica de llevar a la victoria desde las bases una alternativa de gremio y de cogobierno independiente, abierta y participativa que se organice para derrotar las políticas de ajuste y para avanzar en todas nuestras reivindicaciones. Otra Humanidades es posible. Otra Humanidades está cada vez más cerca. Del 16 al 20 de septiembre, elegimos apoyar a las nuevas coordinaciones de los Departamentos de Geografía y de Filosofía. Elegimos pararle la mano a la lógica clientelista, autoritaria y persecutoria de Sleimen. Elegimos un ingreso a la docencia, a la investigación y a la extensión democrático. Del 16 al 20 de septiembre, no solo elegimos una lista, elegimos transformar la Facultad de Humanidades de una vez y para siempre.

lechu

 

 

MANUAL DE

SUPERVIVENCIA ACADÉMICA

[Una soga para que no te ahorques]

 


 

¿Cómo me anoto a las materias?

 

Entrá a la página de la Universidad (www.mdp.edu.ar) luego vas a la opción “SIU Guaraní” en la barra oscura del final de la página. También podés ingresar a través del siguiente link: alumnos-web.mdp.edu.ar/inicio/ Seleccionás “Facultad de Humanidades” y “Acceso al SIU Guaraní”. Una vez allí, ingresás tu DNI y tu clave personal. Una vez cargados tus datos, hacés click en la opción “Cursadas”, luego “Inscripción a cursadas” y finalmente, elegís la carrera de la materia a la que te querés inscribir. Ahí podrás ver la lista de las materias disponibles para cursar, seleccionás la que quieras. Podés ingresar al apartado “Consulta” dentro de “Cursadas” para comprobar que tu inscripción haya sido aprobada. Antes de inscribirte sería conveniente que hayas visto la oferta académica del cuatrimestre, ya que en el SIU las materias figuran sin distinción de año. Como esta plataforma, hablando filosóficamente, suele andar como el culo, también podés inscribirte en la misma cursada con el/la docente o en División Alumnos.

 

¿Cuál es el régimen que regula la aprobación de materias?

 

El 15 de marzo del 2016 se aprobó el expediente N° 7-1721/12, (OCA 4173) en el Consejo Académico de la Facultad de Humanidades, que modificó la ordenanza de aprobación de materias N.º 1562/95. Dicho régimen establece que las asignaturas anuales y/o cuatrimestrales podrán ser regulares o promocionales.

 

¿Cómo apruebo una cursada?

 

Aquellas materias que no entran en el régimen de promoción (es decir, las materias regulares) requieren que sea aprobada la cursada para acceder así a la instancia de final. Habitualmente las cursadas se aprueban con uno o dos parciales, con nota mínima de 4 (cuatro), con el 75% de asistencia a las clases prácticas y con la aprobación de un 75% de los trabajos prácticos.

 

¿Qué sucede si no cumplo con la regularidad?

 

Cuando un estudiante no cumple con el porcentaje mínimo de asistencia, o no alcanza el porcentaje requerido de trabajos prácticos aprobados, o no aprobó los parciales o sus recuperatorios, perderá la condición de regular y será considerado estudiante libre.

 

¡Atentxs!

 

Las fechas de parciales deberán ser comunicadas por lxs docentes con un plazo mínimo de 15 días hábiles antes del mismo.

Debe existir un plazo mínimo de 7 días entre la comunicación de las notas de un parcial y la fecha para rendir su recuperatorio.

Las instancias evaluativas tendrán lugar en los horarios y días de la cursada y debe haber un intervalo de 48hs entre parciales del mismo año, según el plan de estudios de la carrera. Sin embargo, este intervalo no contempla a las materias optativas de otros departamentos.

Los temas de un recuperatorio deberán ser los mismos que los del parcial. No se puede agregar o cambiar ningún tema.

 

Ilustración: Lucía Candela Minardi

 

¿Qué es una materia optativa?

 

Cada plan de estudios exige rendir una serie de asignaturas optativas para terminar la carrera, oscilando entre dos y cuatro materias según la carrera (o si se trata de un profesorado o una licenciatura). Éstas se pueden elegir entre una lista donde contás con materias ofrecidas por el departamento correspondiente a tu carrera, otros departamentos y otras facultades. Para aquellas materias que quieras cursar, que se ofrezcan en otros departamentos y no estén incluidas en la lista anteriormente mencionada, tenés que consultar la oferta académica del departamento en donde se dicta la materia. En el caso de querer cursar una materia de otra facultad, tenés que presentar una nota al departamento de tu carrera solicitando cursarla y, además, debes consultar la oferta académica de la respectiva facultad.

 

¿Qué son las correlatividades?

 

La correlatividad marca la relación entre materias. Existen materias que no se pueden rendir sin antes haber aprobado el final de alguna otra. Cabe aclarar que en nuestra facultad las correlatividades corresponden a los finales y no a las cursadas, esto es, podés cursar las materias en el momento que quieras pero tendrás que respetar el orden a la hora de rendir los finales. En el plan de estudios se encuentra el régimen de correlatividades.

 

¿Qué es una materia con final?

 

Es toda aquella materia que exige que se rinda un final obligatorio, cuyas características son definidas en cada caso por el docente. Para rendir el final de estas materias antes tenés que haber aprobado la cursada. El final de las materias lo podés rendir cuando quieras, a partir del momento en que aprobaste la cursada, siempre que la materia no posea una correlatividad previa, pero si lo hacés luego de dos años y medio el docente puede evaluarte según el programa vigente, es decir, un programa distinto de aquel con el que la cursaste. Sin embargo, a veces sucede que dicha normativa no necesariamente se cumple.

 

¿Quiénes toman el final?

 

Los finales los toman una comisión evaluadora compuesta por 3 docentes con categoría de Profesor (Adjunto, Asociado o Titular). Preside la comisión quien sea titular o esté a cargo de la materia. En caso de ausencia de lxs mismxs será presidida por quien tenga mayor rango en la materia o el Área y en casos excepcionales se constituirá con el Directorx, lx Secretarix Académicx o lx Decanx (o alguna autoridad). La designación de la comisión evaluadora no podrá ser renunciada y la imposibilidad de asistir deberá ser informada al Consejo Académico quien decidirá eximir o no al renunciante. Lxs docentes podrán excusarse de tomar un examen final a un estudiante en particular por a) parentesco; b) enemistad o resentimiento manifiesto; c) cualquier otro vínculo o situación que pueda afectar o poner en duda la libertad de juicio o imparcialidad del docente. Todos los casos serán evaluados por el Consejo Académico.

Por último, el Centro de Estudiantes podrá solicitar al Consejo Académico una intervención de la comisión evaluadora, así como la asignación de veedores estudiantes o docentes.

 

¿Cómo me anoto en un final?

 

Al igual que para anotarte en una materia, entrás a SIU Guaraní y luego seleccionás “Exámenes” e “Inscripción a examen”. Elegís la mesa de la asignatura y seleccionás uno de los horarios disponibles (generalmente solo existe una opción). Recordá que sólo podés inscribirte al final hasta 72 horas hábiles antes de la fecha del mismo, sin contar el día en el que te anotaste y en el que rendís. Las fechas de las mesas de finales son decididas todos los años por el Consejo Académico. Podes consultarlo en la página de la Facultad de Humanidades, en la pestaña del Calendario Académico.

 

¿Cómo rindo una materia libre?

 

Una materia libre es toda aquella materia que se rinde sin haber sido cursada. Esto significa que deberás preparar todo el programa de la materia para el día del final. Los finales de estas materias consisten en una parte escrita y una oral. Para pasar a la defensa oral antes tenés que haber aprobado el correspondiente examen escrito con una nota no inferior a 4 (cuatro). Cualquier materia de la carrera puede ser rendida de esta forma, el único requisito es respetar las correlatividades. Hay que tener en cuenta que algunxs docentes arbitrariamente suelen desaprobarte cuando rendís libre con el argumento de que lo consideran “un acto de soberbia”. En ese sentido, es recomendable hablar antes con le docente.

 

¿Qué es una materia promocional?

 

Que una materia sea promocional depende de la decisión del docente y lo debe comunicar al comenzar el cuatrimestre, además de quedar claro en el PTD (Plan de Trabajo Docente). La promoción requiere de la obtención de un promedio no menor a 6 (seis) en los parciales correspondientes, no tener aplazos en ninguna de las dos instancias[1], sumado al 75% de la asistencia en las clases teóricas y prácticas y la presentación y aprobación del 75% de los trabajos prácticos. Para pasar la nota de la materia promocional tenés que anotarte en la mesa de final como si la fueras a rendir y hacer que te pasen la nota correspondiente en el acta (y en tu libreta, si contás con ella). Si obtenés una nota inferior a 6 (seis) y superior a 4 (cuatro) aprobás la cursada de la materia, pero no promocionas, por lo que tenés que rendir el final. Si te sacas una nota inferior a 4 (cuatro) tenés que recursar la materia[2].

 

¿Cuál es el mínimo de asistencia necesario para aprobar una cursada?

 

En el caso de las materias promocionales la asistencia debe ser de un mínimo de 75% en los teóricos y un mínimo de 75% en los prácticos. En el caso de las materias con final obligatorio el requisito es cumplir una asistencia mínima del 75% en los prácticos, no siendo obligatoria la asistencia a los teóricos.

 

¿Qué son las equivalencias?

 

Si tenés hechas materias de otra carrera que coincidan con el contenido de materias de tu carrera, podés pedir el reconocimiento de equivalencias. Para ello tenés que solicitar los programas (autenticados) de las materias que querés homologar en la facultad en la que las cursaste y los programas de las materias por las cuales las querés homologar en esta facultad (se solicitan en el Departamento correspondiente a tu carrera), presentarlos con una carta de pedido de homologación en dicho Departamento y esperar una respuesta. En general se hace una evaluación de los programas para analizar si los contenidos son pertinentes.

 

¿Qué significa ser estudiante activx?

 

Sos estudiante activx si rendís al menos un final o promocionás alguna materia durante el ciclo lectivo (de abril a marzo del siguiente año). La condición de estudiante activx te habilita a votar y a ser parte del co-gobierno como representante (Consejo Departamental, Consejo Académico, etc.). También es requisito para ser adscriptx, presentarte a becas, concursos, etc. Sos estudiante pasivx si durante un ciclo lectivo no rendiste ningún final o no  promocionaste ninguna materia. Para volver a obtener la condición de estudiante activx sólo es necesario rendir un final. Lxs estudiantes pasivxs no pueden votar a co-gobierno, ni ser parte del mismo como consejerxs, pero sí pueden votar en las elecciones del Centro de Estudiantes.

 

¿Qué es una adscripción?

 

Ser adscriptx de una materia significa ser ayudante no pago de una cátedra. Si los temas que se tratan en una materia te interesan y querés desarrollarlos, tanto en tu carrera docente como de investigador, podés presentar los requisitos que te solicitan en el Departamento. Ellos son: tener aprobado el final de la materia, ser alumno activx, solicitar la firma del titular de la cátedra y su aprobación a tu adscripción, presentar un plan de tareas docentes o de investigación y el formulario de adscripción junto con el comprobante de la materia aprobada, (esto se imprime de Siu) cuando sean publicados los llamados a adscripción. Existen dos llamados, uno en marzo que es para las materias del primer cuatrimestre y otro, en general antes del receso, que es para las materias del segundo cuatrimestre. Una vez que tu adscripción sea aprobada, primero por el Consejo Departamental de tu carrera y luego por el Consejo Académico, ya podés trabajar en la cátedra.

 

¿Qué es una ayudantía de segunda?

 

Hay un tipo de concurso en la carrera al que podés presentarte siendo estudiante, el cargo es Ayudante de segunda. Antes no salían muchos de estos concursos, pero con la participación logramos que haya concursos anuales y seguimos luchando por más. Para presentarte, tenés que cumplir con los mismos requisitos de la adscripción sumado a un coloquio público (una clase). Esto es, luego de que presentaste todos los papeles se pone una fecha para tu defensa junto con todxs aquellxs que se hayan presentado también. Se confecciona un orden de mérito, resultado de la suma del puntaje que se reparte entre tus antecedentes, tu defensa oral el día del coloquio y lo que el jurado considere. Este cargo, a diferencia de la adscripción, es pobremente remunerado.

 

¿Cómo puedo conseguir certificados de alumno regular, de examen, de porcentaje de materias, analítico parcial?

 

Todos estos certificados se solicitan por el SIU Guaraní, y en los casos que te pidan sellos te acercás a la oficina de División Alumnos o al Departamento para que lo firmen y sellen.

 

¿Qué becas puedo pedir siendo estudiante?

 

Existen becas de ayuda económica para lxs estudiantes. Dichas becas son de apuntes, de ayuda económica, de comedor y de trabajo en el Centro de Copiados de la facultad. Estas becas requieren la evaluación del Servicio Social Universitario (Alvarado 4009) que realiza dos llamados anuales para su adquisición. Los requisitos pueden ser solicitados en dicho lugar o con las Trabajadoras Sociales que atienden en las oficinas de Decanato en horarios rotativos, también podés encontrar los formularios de inscripción y documentación en el siguiente link http://www.mdp.edu.ar/index.php/bienestar/servicio-social-universitario. Si sos beneficiriax de la Beca PROGRESAR y obtenés algún tipo de beca de la Universidad debés mantener una sola ya que estas presentan incompatibilidad entre sí.

 

¿Qué otros beneficios tengo como estudiante de la Universidad pública?

 

Iniciar una carrera en la UNMDP te da la posibilidad de realizar actividades de lo más variadas: asistir al Laboratorio de Idiomas, dependiente de nuestra Facultad de Humanidades; practicar un deporte de forma gratuita (como por ejemplo, básquet, fútbol, voley, handball, etc.) o con un importante descuento (como por ejemplo, natación en el EMDER) y participar de los Torneos Interfacultades; asistir a Talleres de orientación vocacional, manejo de la ansiedad o de la voz (muy útil para los estudiantes de algún profesorado). Además, siendo estudiante regular de la Universidad podés acceder al comedor sólo presentando el DNI y abonando un mínimo costo para poder almorzar o también se puede retirar hasta las 19hs, previo pago al mediodía, y llevarte la vianda para la cena.

 

Desde el Colectivo Mundo x Ganar creemos que es fundamental seguir apostando a la socialización de la información y realizar políticas concretas para la permanencia de todxs lxs estudiantes en la facultad como talleres de apoyo, talleres de lectura, cursos introductorios, tutorías entre otras actividades que hemos propuesto en el Consejo Académico del cual, actualmente, formamos parte como minoría estudiantil.

Si tenés algún problema relacionado a la aprobación de cursadas, no dudes en contactarnos!

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algunos sobrevivientes
[por ahora]

 

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[1] No podés estar aplazado en ninguno de los dos parciales, pero recordá que si tenés un aplazo que luego levantás en el recuperatorio correspondiente, el aplazo es anulado por la nueva nota.

[2] Si bien el régimen de aprobación de la cursada de cada materia depende del profesor titular, éste tiene la obligación de dar a conocer al inicio de la cursada a los estudiantes las condiciones de promoción (con o sin final) que haya elegido y que deben constar en el programa de la materia. Vale aclarar que las condiciones de promoción definidas en cada programa tienen que ser respetadas por los docentes de la cátedra durante el período de vigencia del mismo. Sucede a menudo en Humanidades que los docentes deciden arbitrariamente con qué nota se promociona, obviando la ordenanza que estipula la promoción con una nota mínima de 6 (seis).

 

ACADEMIC THINGS

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Cuando la gente piensa en la Universidad, lo primero que viene a la mente es el prestigio de esta institución, la asociación directa con el conocimiento, con el desarrollo de ideas, con el esfuerzo mancomunado para alcanzar objetivos que mejoren a nuestra sociedad. Cuando, además, se piensa en la Facultad de Humanidades, las expectativas son quizás mayores y se cree que quienes allí enseñan y gobiernan, se dedican a sembrar ideas y prácticas democráticas, que tienen la capacidad de la reflexión, que la razón ocupa un lugar preponderante a la hora de tomar decisiones y más aún las expectativas por un mundo más justo. Porque ¿dónde más que en Humanidades? Un pueblito idílico…

Sin embargo, la cara de lo que se quiere mostrar oculta un trasfondo oscuro. En la medida en que uno transita los pasillos y las aulas de la facultad van apareciendo indicios de que hay cosas que suceden y contrastan con aquella idea. De pronto, las condiciones en las que hay que cursar son muy negativas: aulas que explotan de gente, faltantes de bancos, baños clausurados hace años, docentes que maltratan, que acosan, que abusan de su rol de autoridad. Desorganización en la formación, fachadas educativas que tienen “objetivos públicos” y verdaderos objetivos, privados. En la Facultad de Humanidades se disputan recursos y poder, y nuestra formación depende de esas tensiones que no se presentan abiertamente. El lugar donde emerge esa otra cara es en el Consejo Académico. Allí se encuentra la grieta por donde podemos espiar y escabullirnos en el upside down. Sabemos que lo que encontraremos allí no nos recibirá con alegría…

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¿QUÉ ES EL CONSEJO ACADÉMICO?

El Consejo Académico (CA) es, técnicamente, el lugar donde se definen desde la fecha de inicio de clases, pasando por las fechas de las mesas de finales y hasta los asuetos académicos. Qué docentes ingresan a nuestras carreras y cuáles no. Hasta cuándo nos recibimos se desprende de la combinación de elementos que allí se deciden. Habitualmente, el CA sesiona una vez por semana alternándose entre plenarios y comisiones. En las comisiones, varios grupos conformados por consejerxs de todos los cuerpos (estudiantes, graduadxs, docentes y no docentes), se organizan por temática para escribir dictámenes acerca de lo evaluado. A la semana siguiente se tratan en el plenario para su aprobación o rechazo.

Lo que oculta la descripción anterior es que el CA es un terreno de disputa política. Lo que condiciona todo es el modo en que se administra el presupuesto, el cual es utilizado casi en su totalidad para cubrir la planta docente. Y esto es el huevo de Demogorgon: los cargos docentes indican quienes pueden formar parte del co-gobierno, quienes pueden acceder a los cargos de poder y, casi como una consecuencia indirecta, quienes dan clase. La actual gestión conformada por la decana Sleimen, sus docentes y graduados, y los estudiantes de HxEP, tienen mayoría automática para aprobar todo a su antojo. Dicha coalición no atiende razonamientos, en el upside down reina la fuerza.

ACADEMIC THINGS

 

¿QUIENES LO COMPONEN?

El Consejo Académico cuenta con seis representantes docentes, cuatro por la mayoría (Docentes por Humanidades) y dos por la minoría (Pluriversidad), cuatro estudiantes, tres por la mayoría (HxEP) y uno por la minoría (Colectivo Mundo x Ganar), dos graduadxs (Alianza Docentes por Humanidades y Pluriversidad) y unx trabajadorx universitarix (sin voto). A su vez, participa la decana Sleimen (con voto en caso de empate) y el secretario, Takla (quien se encarga de las actas). Son 12 votos, 6 de los cuales conforman un bloque inquebrantable, sumado al eventual voto desempate. De esta manera, la gestión de la decana Sleimen, representa tanto a la histórica Franja Morada (UCR-Pro) de Rodolfo Rodríguez y Porta, como al sector de Romanin y Humanidades x el Proyecto (Nuevo Encuentro y La Cámpora).

La participación no es tan democrática como se muestra a primera vista. Por empezar,  sólo los docentes regulares pueden participar de las elecciones, tanto para votar como para ser candidatxs. Los docentes regulares son aquellos que accedieron a su cargo a través de un concurso, es decir, no son ni interinos ni designados a término. He aquí, una vez más, el huevo de Demogorgon: este requisito es el que condiciona políticamente la publicación de concursos: docente concursado = un voto más. Por lo tanto, la gestión sólo realiza aquellos concursos que garanticen votos favorables para su continuidad. En el mismo movimiento en que definen qué concurso sale, se determinan los que se cajonean por tiempo indefinido cuando no hay manera de manipular los jurados y existen posibilidades de que gane algunx opositorx políticx. El aire que se respira en el upside down envenena durante la eterna espera.

sombras con lechuPor otra parte, lxs graduadxs que responden al Devorador de Mentes —los grupos de poder— son utilizados como peones de su política a cambio de cargos interinos (designaciones a dedo, nunca registros de antecedentes) o de su mera promesa, es decir, clientelismo. Asimismo, las estructuras que manejan exceden a la Facultad y llegan hasta las escuelas y las conducciones de los gremios de ADUM y SUTEBA, con lo cual siempre hay alguna promesa para realizar. Como contrapartida, desde el Colectivo Mundo x Ganar, impulsamos desde hace más de 10 años la construcción del Frente 20 de Diciembre, junto a otrxs compañerxs graduadxs, para combatir esta lógica acompañando la conformación de espacios asamblearios de discusión en cada carrera y fomentando la construcción de conocimiento crítico.

Finalmente, lxs estudiantes, el cuerpo más numeroso de la Universidad, cuentan con una representación de consejerxs no proporcional a esa mayoría. Los grupos de poder docente suelen comenzar a moldear la lógica clientelar a través de las promesas de ayudantías, becas y grupos de investigación. Por parte del Colectivo Mundo x Ganar, reivindicamos la democracia directa y participativa. Intentamos resignificar la tarea del consejerx académicx para democratizar el cogobierno de la Universidad prefigurando una nueva práctica política. Nuestra consejera toma las decisiones en función de las posiciones discutidas en las bases, en espacios democráticos como las asambleas o los Departamentos que no están bajo el control de la gestión.

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¿CONSEJO TRANSPARENTE?

Hace algunas semanas, HxEP, inició una campaña con este nombre pero en realidad sólo disfraza una estructura liberal de entender la democracia. Lo único transparente sobre su actividad en el Consejo es que, por más reuniones con estudiantes que realicen, las decisiones las toman en la oficina de decanato y a puertas cerradas, pues estamos frente a los Demodogs. HxEP jamás cumplió el mandato de una asamblea, ni de Humanidades, ni de ninguna carrera. Más bien, han votado en contra de cualquier tipo de iniciativa asamblearia, siempre fieles a la decana. A la lógica representativa liberal y de fortalecimiento de las camarillas que impulsa HxEP, le contraponemos la socialización de la información, la organización desde abajo y la toma de decisiones en las bases.

SOCIALIZACIÓN DE LA INFORMACIÓN COMO VICTORIA DE LXS ESTUDIANTXS

Desde que contamos con representación en estos espacios, evidenciamos el cercenamiento de la información. Eso que se cocina del otro lado siempre ha permanecido en la oscuridad. Por eso, la socialización de los acontecimientos políticos y académicos es uno de nuestros principios fundamentales para avanzar en el combate.

El Consejo Académico es el lugar donde podemos construir nuestros proyectos para transformar la facultad. Hemos impulsado la discusión por concursos transparentes, el reclamo de implementación de la doble banda horaria y el aumento de las ayudantías estudiantiles, además de haber acompañado las propuestas de cada una de las asambleas por carrera y las resoluciones de las asambleas de Humanidades. Sin embargo, parafraseando a Kant: representación sin participación es vacía, participación sin representación es ciega. En este sentido, no hemos dejado de impulsar la participación activa de lxs estudiantes en el Consejo Académico a través de convocatorias públicas durante todas las semanas. Estas convocatorias también son parte de la socialización y visibilización del co-gobierno. Sin dudas, la única forma de conquistar nuestras demandas y de transformar la universidad es a partir de la lucha y la organización.

Finalmente, participar del Consejo Académico significa acceder a información, disputar la toma de decisiones, definir el modo en que se gobierna una institución pública y el rol de nuestras carreras en la sociedad. Por eso, podemos celebrar que desde que asumimos, por primera vez en la historia, lxs estudiantes de Humanidades pueden acceder a la información de lo discutido en cada Consejo Académico. Cada semana, subimos a nuestra página el orden del día y una memoria de la sesión para que todxs puedan estar al tanto de lo que pudimos pelear o de los detalles del autoritarismo reinante. Entendemos que cuantos más estudiantes, graduadxs, docentes, trabajadores universitarixs e investigadorxs estemos presentes y participemos activamente de las decisiones, venceremos los oscuros tentáculos del poder y la democratización será un hecho.

ACADEMIC THINGS – Boletín Junio de 2019

 

 

Pensar el feminismo

Derivas punitivistas y nuevas problemáticas

 

               A raíz de la situación que nos tocó vivir como organización durante los últimos meses y la expansión de ciertas prácticas que venimos observando desde hace un poco más de tiempo, nos vimos en la urgencia y en la necesidad de acceder a material para la reflexión, la formación, la discusión y la elaboración de los elementos novedosos en las problemáticas de género. El avance de los movimientos feministas en las calles y en la agenda nacional e internacional abrió un panorama novedoso de exigencias y desafíos para esta generación. De pronto, pareciera que nada volverá a ser como antes. Sin embargo es necesario hacer prevalecer la crítica hasta en esta afirmación. ¿Realmente nada volverá a ser como antes o cambia la superficie para conservar las estructuras opresivas?

            Estamos frente a un momento de resquebrajamiento y restitución en la subjetividad general, esto nos coloca en un lugar de responsabilidad histórica -especialmente quienes hemos tenido acceso a las herramientas de la formación superior-. Todo aquello que elaboremos y reproduzcamos en nuestros espacios, sentará precedentes, decantará sentidos y asentará las bases para la proyección ética y política de las próximas décadas. No podemos mantenernos acríticos ni con nosotres mismes. Es necesario pararnos y observar el panorama más completo posible, salir de la inmediatez y lograr ver las posibles derivas de nuestras acciones u omisiones de este momento.

            Si bien la tendencia genera una dinámica arrolladora y pareciera que ser critiques con actitudes, definiciones o métodos de distintos sectores de los feminismos nos coloca en un lugar de culpables, es justamente por eso que necesitamos insistir con la crítica, el método de les revolucionaries por antonomasia. Si este ejercicio nos vuelve criminales, si no podemos poner en tela de juicio las metodologías que estamos llevando adelante, ése no es nuestro camino. No estamos dispuestes a abonar a la reproducción de prácticas por mandatos sin la posibilidad de pensar si estamos de acuerdo o no. Eso es dogmatismo y ya hemos visto las derivas de esas actitudes epistemológicas y políticas a lo largo de la historia.

            Por todo esto y con el objetivo de abonar al repensar nuestras prácticas y dinámicas, como sociedad y como activistas, vemos la necesidad de socializar análisis enriquecedores y problematizaciones. Podemos acordar en la totalidad, en alguna parte o no acordar, pero lo que se presenta imperativo es la profundización y la lectura más amplia de las acciones, su impacto, su deriva y su resonancia. En algunos aspectos estamos frente a un terreno desconocido, por eso mismo es importante poder comparar elementos con otros procesos históricos, quizás de esta manera obtengamos algunos parámetros para establecer proyecciones más confiables.

            De esta manera, nos parece importante avanzar en la distinción de elementos. Se presenta alarmante la homogeneización de hechos, situaciones, relaciones, vínculos, violencias, etc. Urge la necesidad de identificación, las cosas no son todas iguales, el mundo es complejo, múltiple, y nosotres nos constituimos en base a las contradicciones que lo componen, así como nos constituimos de aquello que combatimos. En este sentido, debemos comenzar por desarrollar distinciones, lograr identificar grados de violencias, lograr avanzar hacia la identificación de situaciones entre pares o en las que existe una diferencia jerárquica, poder caracterizar una situación de acoso, de abuso o de malestar y profundizar en la caracterización del punitivismo como vía de la resolución de problemas. El abanico de posibilidades es muy amplio, asumimos la complejidad.

            A continuación, compartimos una serie de notas, entrevistas y noticias que han circulado en los medios y en las redes estas últimas semanas. Hay enfoques más reflexivos y otros, como en el caso de la noticia del suicidio de una activista en Chaco, que por un lado muestra las consecuencias negativas del feminismo punitivo, pero a la vez es utilizado como propaganda revanchista en contra de las causas justas del feminismo como el derecho al aborto. Circunstancias como estas no pueden hacer más que alarmarnos, a la vez que nos compromete a dar nuestro mayor esfuerzo para elaborar nuevas herramientas metodológicas.

Entrevistas:

Diario Página 12. Rita Segato: “El problema de la violencia sexual es político, no moral”

Radio con Vos. Rita Segato visitó a Reynaldo Sietecase

Revista Integración Nacional. Rita Segato: “Tirar el mandato de la masculinidad es la única forma de cambiar la historia”

La Capital (Rosario). Rita Segato: «La primera víctima del mandato de masculinidad es el hombre»

Revista Integración Nacional. Dora Barrancos: riesgos del feminismo punitivista e inclusión de varones en lucha feminista

Notas de opinión:

Diario Página 12. Susana Toporosi: “Intervenimos para evitar que sean adultos abusadores”

Diario Página 12. Colectivo Antroposex: El deseo nace del derrumbe

Latfem. Santiago Ginés Nabaes Jodar: una contestacion feminista al punitivismo

Agencia Paco Urondo. Nurit Engelberger: ¿Quiénes somos para decirles a las demás cómo deben experimentar el feminismo?

Noticias:

Diario Perfil. Qué dijo la familia del joven que se suicidó tras una falsa denuncia de abuso

Diario Perfil. Indignante: festejó el suicidio del joven acusado de un falso abuso

El disenso. Militante feminista se suicidó tras ser escrachada y hostigada por sus compañeras de colectivo

La verdad oculta. India aprueba ley de pena de muerte por abuso sexual infantil

Del lado de lxs que se organizan y luchan

Por la unidad de la izquierda en Humanidades

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Es momento de parar la pelota, terminó el primer cuatrimestre. Mientras nos preparamos para rendir en las mesas de examen de agosto, el ajuste del macrismo nos sigue pegando abajo. La inflación y los tarifazos del gobierno se devoran el presupuesto miserable de la Universidad. Los trabajadores universitarios, docentes y no docentes, no reciben aumentos razonables y sus condiciones de trabajo no mejoran. Los estudiantes no tenemos doble franja horaria, ni comedor al costo y tampoco tenemos el tan necesario Boleto Educativo Gratuito. Las autoridades de la Universidad y de la FUM, gremio que representa a los estudiantes de todas las facultades, son cómplices de estas políticas que nos golpean todo el tiempo.

Este año, en Humanidades, no nos callamos más: salimos a denunciar a Lobosco, un docente acosador de Filosofía que gozó de impunidad durante 6 años gracias al silencio y la complicidad de las gestiones de Decanto y Rectorado. La ex Decana Rosenthal, la Decana Coira y el Rector Morea son responsables. Nos organizamos desde abajo, con asambleas en muchas carreras y facultades, salimos a la calle y logramos el inicio del juicio académico a Lobosco y la suspensión de sus funciones docentes.

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Ante este panorama, la actual conducción del CEH, Humanidades x el Proyecto, mantiene una alianza con las autoridades de la facultad. Su tarea es silenciar cualquier problema y disipar cualquier tipo de conflicto que pueda afectar a la gobernabilidad y la institucionalidad de la facultad. Esta política, lejos de ser innovadora, es la misma que llevan adelante las conducciones radicales a lo largo y  ancho del país: la famosa Franja Morada, como el Dios de Nietzsche, todavía posee una representación fantasmagórica en Humanidades, incluso después de casi una década de no tener participación política de manera pública en la Facultad. Como si esto fuera poco, nuestra conducción está más preocupada por la rosca electoral y por promover al docente Romanin como candidato a Rector o Decano que por impulsar la organización y la participación estudiantil.

Ante la proximidad de las elecciones a CEH, no podemos dejar de mencionar a quienes usufructuaron históricamente el lugar de ALTERNATIVA: Confluencia. Los compañeros profundizaron sus acuerdos con el kirchnerismo en función de obtener cargos y lugares de poder. Este año, armaron un frente con Humanidades x el Proyecto en las elecciones de la Federación Universitaria Marplatense. En Capital Federal, se sumaron a las listas electorales del PJ de Moreno y Filmus. Finalmente, en Provincia de Buenos Aires decidieron que su lista de Diputados (Vamos) sea una colectora de la candidatura a Senadora de Cristina Fernández de Kirchner. Por lo tanto, Confluencia no representa una alternativa a Humanidades x el Proyecto y debe clarificar su posición en relación a la conducción de cara al estudiantado de Humanidades.

En este marco, los estudiantes nos organizamos por abajo a pesar de las políticas desmovilizantes de la conducción del gremio. Las asambleas por carrera son el motor que impulsa la resistencia contra el ajuste y el vaciamiento en la Facultad. Para cada conflicto, en cada cursada, contra toda injusticia y por cada reivindicación, hay una respuesta colectiva, horizontal, participativa y permanente desde la organización en los espacios públicos de las asambleas donde confluyen distintas tendencias políticas y estudiantes no agrupades. La Asamblea de Estudiantes de Geografía, la Asamblea de Estudiantes de Sociología, la Asamblea de Historia, la Asamblea de Letras, la Asamblea de Filosofía y la Asamblea de Ciencia Política representan la forma de construcción que debemos defender en las próximas elecciones a CEH, no solamente en las carreras, sino también como organización gremial en general.

Por eso entendemos, que más allá de las diferencias políticas, los compañeros combativos debemos consolidar una propuesta para disputar las elecciones estudiantiles. Porque la lucha política que libramos este año, más allá de las diferencias tácticas en relación a las medidas de fuerza, debe sostenerse en una alternativa electoral que nos permita recuperar el CEH.

En este sentido, queremos llamar a las fuerzas compañeras: al Partido Obrero, al Nuevo MAS, a la Juventud Insurgente, a Liberación y al Partido de los Trabajadores por el Socialismo para conformar un Frente de Unidad por la Recuperación del CEH que promueva la conformación de listas de las asambleas en todas las carreras de la facultad y que ponga el gremio a disposición de la organización y la lucha contra el ajuste de Macri y contra la gestión.

El CEH tiene que ser de les estudiantes y no de un grupo de futuros funcionarios que tienen arreglos con las autoridades. El CEH debe dejar de funcionar como una PyME y pasar a ser un espacio genuino de participación abierta y plural donde confluyan distintas expresiones políticas, compañeres agrupades y no agrupades que se organicen para luchar contra las injusticias y conquistar nuestras reivindicaciones. A la apropiación privada del CEH que ejerce la actual conducción, HxEP, debemos oponerle una pluralidad de tendencias construyendo desde abajo, propulsando la democracia de base y creando espacios abiertos de trabajo colectivo.

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