¡Fuera Lobosco de la UNMdP!
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Podemos decir que estamos atravesando un momento histórico si pensamos en la visibilización de las violencias contra las mujeres. Hace unos pocos años era impensada la pequeña grieta que se va abriendo en el discurso cotidiano, en las muestras de rebeldía cada vez más numerosas o en las multitudinarias movilizaciones que se dan a lo largo del país denunciando los femicidios que nunca dejaron de multiplicarse. Sin embargo no hay que perder de vista que este camino es largo y aún debemos enfrentarnos a infinidad de obstáculos: el discurso de los medios masivos de comunicación, la inercia de instituciones anquilosadas y la subrepticia complicidad machista, la hipocresía de lxs funcionarixs de turno, la propia estructura estatal y legal, la resistencia machista camuflada – como el Nadie menos– o explícita -el recrudecimiento de los casos de violencia-, así como tantos otros. Teniendo en cuenta este panorama, sabemos que la lucha feminista tiene muchos desafíos por delante, lo cual también implica que está más viva que nunca.
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Entre estos desafíos, nos topamos con diferentes particularidades según la situación estructural o según los casos de violencia específicos. Justamente, este 3 de Junio nos encuentra -en Mar del Plata- con una situación que ha cobrado relevancia entre tantas otras: el caso de Lobosco, un profesor acosador en la carrera de Filosofía de la UNMDP. Cuando logramos hacer público este secreto a voces, que circulaba por los pasillos de la facultad, nos encontramos con la solidaridad de gran parte de la comunidad universitaria y de la ciudadanía. Sin embargo, al hablar de obstáculos no podemos dejar de mencionar los institucionales. En un primer momento, tanto desde el Departamento de Filosofía como desde el Decanato o el Rectorado, silenciaron el caso y ahora, una vez que se escapó de sus manos, pretenden acallar las aguas y hacer que todo se diluya en el olvido. Las respuestas que obtuvimos por parte del Decanato fueron meras formalidades disuasivas. Lo único que votaron en el Consejo Académico de Humanidades, luego de testimonios en primera persona y de horas de discusión con un centenar de asistentes, fue solicitar al Consejo Superior que acelere la aplicación del protocolo contra la violencia de género. Asimismo, desde Rectorado -sin que hubiera sesionado el Superior- se apuraron por emitir un comunicado que prometía la aplicación del mentado protocolo. Cabe aclarar que el protocolo se encargaría de la contención de las víctimas, pero no especifica las medidas a tomar frente a los victimarios. Aquí se pueden leer diferentes hechos: 1) Decanato y el Consejo Académico de Humanidades no se hicieron cargo de iniciar los trámites del juicio académico ni garantizaron el hecho de que Lobosco no estuviera frente a estudiantes. 2) Decidieron trasladar el problema para que se hiciera cargo Rectorado -quienes, a través de la oficina de legales, ya habían dado por cerrado el expediente de las seis denuncias aduciendo falta de pruebas-. 3) En Rectorado declararon que actuarían a través de un protocolo que aún no está en funcionamiento y que de estarlo no evitaría que Lobosco permanezca dando clases. 4) La dirección del Departamento de Filosofía sigue guardando silencio.
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De este modo, cuando hablábamos de los obstáculos que implican la hipocresía de lxs funcionarixs y de las estructuras institucionales nos referimos a cosas como éstas. Todxs saben muy bien que guardaron silencio durante mucho tiempo, que desestimaron los testimonios de las víctimas, que Lobosco ya había tenido problemas en la UBA, y que mantuvieron las denuncias guardadas bajo llave. A esto, a pesar de que la Decana Coira diga que no es cómplice, no nos queda más que llamarlo complicidad machista por parte de todas las autoridades. La misma gente que sale con el cartel de Ni una menos o hace declaraciones públicas expresa un doble discurso. Con silencio y complicidad no hay Ni una menos. Decir Ni una menos implica romper la inercia, denunciar, tomar cartas en el asunto sin ambigüedades.
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Por todo esto, dado que nosotrxs queremos ser consecuentes y luchamos día a día con las lógicas patriarcales para ganar más coherencia, para ser críticxs de nuestras propias prácticas: denunciamos, visibilizamos y tomamos riesgos con el objetivo de ir un paso más allá de los límites institucionales actuales. Nos negamos a aceptar que el patriarcado vuelva a quedar impune a través de sus burócratas acólitxs y permita que un acosador continúe ejerciendo sus prácticas opresivas. Por eso, para ser más consecuentes, insistimos: ¡FUERA LOBOSCO DE LA UNMDP!
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Con esta denuncia, este 3 de Junio, gritamos una vez más: ¡NI UNA MENOS!
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Junio 2017
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