De Contradicciones y Paradojas
acerca de la relación entre la Asamblea de Filosofía y el Espacio de construcción asamblearia
El 17 de julio de 2010 la Asambleade Filosofía[1] anunció la conformación de un nuevo espacio político, el cual también incluía estudiantes independientes de otras carreras. El Espacio De Construcción Asamblearia[2] era, tal como dijimos en aquel momento, una apuesta política que buscaba desarrollar y consolidar prácticas horizontales en nuestros espacios de estudio, de trabajo y de socialización; politizar el conocimiento y su producción en la sociedad actual, intentando prefigurar prácticas alternativas de producción del saber; y luchar contra la explotación y opresión de clase para contribuir, junto con organizaciones compañeras, a una transformación social.
Coherente con su práctica anticapitalista y antiburocrática, la AFsocializó -sin reparos ni mezquindades- todo su trabajo político. Dado que contaba con una década de trabajo colectivo y horizontal, coordinación política con otras organizaciones afines, prácticas cooperativas de conocimiento y de socialización de la información; y teniendo en cuenta que era el único espacio que formó parte orgánicamente de esta nueva experiencia militante, la AF tomó como una responsabilidad política compartir el resultado del aprendizaje acumulado a través del tiempo.
Pasadas las elecciones estudiantiles del año 2010, donde el EdCA obtiene una gran cantidad de adhesiones, fueron sorpresivamente emergiendo diferencias que terminaron por aislar y responsabilizar ala AFde los problemas colectivos internos del EdCA. Esta serie de divergencias se manifestaron tanto en la dinámica organizativa del EdCA, como en las decisiones y acciones proyectadas en la arena política.
Una expresión de lo que decimos (en cuanto a organización interna) fue la sistemática deslegitimación de la AFhacia dentro del EdCA, práctica incompatible con una organización política que reivindicaba la promoción de los espacios de base. Esta escisión al interior de EdCA, lejos de ser facciosa, atentaba contra los acuerdos más básicos. Desde la AF entendemos que la política se construye, en la práctica concreta y cotidiana, como expresión de las decisiones y acciones de los espacios de base; y no son éstos meros instrumentos de propaganda políticamente correcta. No podemos más que lamentar que la deriva del EdCA haya resultado contraria a nuestras más firmes convicciones.
Estas sospechas hacia la AFno hicieron más que minar los vínculos políticos y los valores necesarios para el cumplimiento de los acuerdos, del trabajo conjunto, de la discusión y participación de todos en la toma de decisiones: los lazos más elementales de solidaridad política para quienes apostamos por la organización horizontal. La falta de acuerdos mínimos y las desigualdades a la hora de asumir las responsabilidades o las iniciativas entre los participantes del colectivo imposibilitaba la planificación y concreción de actividades que excedan las situaciones coyunturales. Sin embrago, el EdCA, que supo capitalizar el trabajo militante dela AF, se negó dogmáticamente a la discusión sobre dichas cuestiones, planteadas por integrantes dela AF en reiteradas ocasiones. Desdela AF consideramos que por el camino de la desorganización, de la ausencia del ejercicio crítico/autocrítico y del individualismo lejos estábamos de prefigurar la sociedad que queremos.
En relación a las decisiones políticas llevadas adelante las posiciones fueron aún más antagónicas. Tanto durante la toma de Humanidades como en el proceso de elecciones, ambos acontecimientos acaecidos durante el 2011, la discrepancia en la caractización política y la censura a todo tipo de opinión contraria -en general proveniente dela AF-propició decisiones políticas que consideramos regresivas: el acercamiento –directo e indirecto- del EdCA a sectores como el PCR (actual conducción del Centro de Estudiantes) y la estigmatización acrítica de organizaciones como Confluencia y la propia AF.
No somos inocentes y queremos ser sensatos, sabemos que hemos trasladado tanto las virtudes como los defectos. Es por ello que hacemos autocrítica al ver frustrado lo que intentaba ser un proyecto político más amplio. Asimismo, cuando intentamos ser críticos es que vemos la necesidad de diferenciarnos de lo que hace tiempo dejó de ser familiar a nuestros convencimientos políticos.
Es así que llegamos a este punto, en que los lazos de confianza política entrela AFy el EdCA se fueron desgastando exponencialmente. Por ello consideramos extremadamente necesaria esta diferenciación pública, dado que entendemos como una contradicción política la convivencia en simultáneo en ambos espacios de militancia.
Como AF seguiremos apostando a la construcción de un espacio político más amplio que contemple el trabajo que, de hecho, se viene realizando.
[1] En adelante AF.
[2] En adelante EdCA.
ASAMBLEA de FILOSOFÍA
22 de Enero de 2012
Debe estar conectado para enviar un comentario.