Cinismo. Eso es lo que se respiraba en el aula donde se llevó a cabo el último Consejo Departamental el miércoles 25 de Octubre. Las miradas de los docentes y los graduados que aún forman parte de la anterior composición de este órgano de cogobierno siguen ocultando especulaciones inconfesables. Siguen tomándonos el pelo como siempre lo han hecho y se jactan de poder hacerlo.
A una semana de que asuma la nueva conformación, había un único objetivo ante la inédita “tercera sesión en un mes”. A saber, el condicionamiento de una futura utilización de recursos que se liberarán como consecuencia de la jubilación de algunos docentes. De este modo, pretendían dar un nuevo paso hacia la consolidación de la renovada camarilla docente. A pesar que aún no se completó el llamado a todos los concursos del paquete elevado hace unos 7 años, a pesar de que nunca se apuraron en llamar a concursos, ahora lo hicieron y de la mano de la Directora Patricia Britos presentaron un nuevo paquete de 14 concursos.
Por supuesto que estamos a favor de los concursos, pero no de esta manera, porque ya sabemos lo que pasa. Por empezar, nos parece un atropello al cogobierno la imposición de semejante medida que condiciona el futuro de la carrera. De un día para el otro, sin previo aviso o consulta ni análisis de la planta docente por parte de toda la comunidad de Filosofía no se puede tomar una decisión de este tenor. Además, como ya sucedió con el anterior paquete, se impusieron los jurados docentes y graduados sin que todos los sectores tuvieran posibilidad de proponer opciones. Los resultados de acciones de este tipo, anteriormente, fueron varios concursos con impugnaciones -las cuales aún siguen su curso en el circuito burocrático- por dictámenes tendenciosos y hasta antecedentes apócrifos aceptados, asimismo -tal como previmos hace tiempo- se tomaron como válidos los antecedentes generados como producto de las designaciones a dedo. Por eso, la imposición de los jurados también es una forma de controlar los concursos. Como mayoría del claustro estudiantil no avalamos ni un paso más hacia el empobrecimiento de nuestra carrera. Es por esta razón que mocionamos hacer una comisión para el análisis de la planta docente y la destinación de los recursos a las cátedras estratégicamente más necesitadas. A diferencia de otras veces, los docentes no levantaron la mano sin decir nada sino que el Ruda justifico por qué votaron a favor: “estos concursos son una promoción para los que ya están trabajando en esas materias”. Sin más, es una promoción para los amigos de la gestión.
Por último se trató la Planta Docente y la Oferta Académica 2018. Estas fueron llevadas directamente al departamental por la secretaria Yanina Zuconni sin dar la posibilidad de verla con un tiempo prudente de antelación o que se realicen sugerencias sobre las mismas. Propuestas como la oferta académica o la planta docente, que determinan como utilizar los recursos y funciones docentes, deben ser discutidas por todos en la carrera. Ante la misma estructura que imposibilita la toma de decisiones reales sobre asuntos neurálgicos, tampoco avalamos lo que presentaron.
Finalmente, hablando de cinismo, el final fue impactante. Fiel al estilo Cambiemos, el Ruda dio un discurso confucionista en el que se jactó de dejar el Departamento de Filosofa habiendo permitido la existencia de una minoría docente. Sabemos muy bien que hicieron lo imposible para que la minoría docente no pudiera presentarse a elecciones, ¡inclusive negarles los avales! Lo mínimo para que exista el juego democrático bajo las reglas del liberalismo que dicen defender, ni siquiera eso fueron capaces de aceptar. Ahora que su jugada resultó infructuosa y la minoría logró presentarse, pretenden camuflarse de democráticos. Sabemos muy bien que no tardarán en mostrar la hilacha, al igual que lo hizo Manna, cuando tras el discurso del Ruda ensayó el propio y en medio de una supuesta despedida no dejó pasar la oportunidad para hacer un chiste respecto a la gravísima situación que significa el caso Lobosco. Nada nuevo bajo el sol.
Como dijimos, este fue el tercer CAD del mes. Durante años pedimos que se realicen departamentales para solucionar de antemano cuando las cátedras se quedaban sin docentes, o problemas estructurales de la carrera, o cuando salimos a denunciar al docente acosador Lobosco. Sin embargo, estás nunca fueron sus prioridades. Una vez más, queda a las claras que su objetivo siempre ha sido la construcción de la camarilla docente y, ahora, de la que los reemplace. Queda en nosotros que no lo logren. Es necesario mantenernos organizados y movilizados para construir una carrera nueva. Ante esta oportunidad histórica sabemos muy bien que lo único que nos garantiza la posibilidad real de avanzar es la lucha.