Acto y movilización

A 15 años de la rebelión popular

.

A continuación, compartimos la declaración que realizamos durante el acto del día martes 20 de diciembre de 2016 y una galería de fotos de la movilización.

«Compañeros, compañeras, organizaciones sociales, gremiales y políticas:

Preguntarse por el significado de la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre del 2001 significa indefectiblemente ver de qué modo ese pasado está actuando sobre el presente que hoy vivimos. Si hoy decidimos juntarnos por los 15 años de una de las jornadas de lucha más heroicas que ha protagonizado nuestro pueblo no es sólo por afán conmemorativo. Estamos convencidos de que aquella rebelión popular aún puede aclararnos la actual coyuntura política, si extraemos de la misma las enseñanzas correctas.

En aquella época, luego de la crisis económica desencadenada por el modelo neoliberal impuesto por el FMI a través de los partidos políticos burgueses, los gobiernos decidieron que el pueblo debería pagar sus cuentas. Para salvar a los bancos y al sistema financiero se descargó una enorme crisis sobre las espaldas del pueblo trabajador. Las cifras de desocupación alcanzaron números inéditos, mientras que el gobierno respondía al hambre y la miseria con balas y represión.

Los de abajo presentamos nuestra respuesta: asambleas populares, marchas cotidianas, “que se vayan todos” y cortes de ruta, encabezados por el movimiento piquetero que ya tenía un desarrollo incipiente desde las jornadas de Cultral-Co en 1996. Cuando los representantes de la burguesía mostraron su fractura interna, las condiciones para la rebelión popular estaban dadas. Sin una conducción política delimitada y de manera espontánea, distintos sectores del pueblo confluyeron en la calle. El resto de la historia, a esta altura, ya todos la conocemos.

Los sectores que actualmente manejan el poder político en la Argentina, a pesar de que lo escondan, mucho tienen por agradecerle al kirchnerismo. Éste encabezó, en 2003, el proceso de relegitimación de las instituciones burguesas que habían sido puestas en jaque apenas un año y medio antes. Algunos sectores abandonaron el movimiento piquetero y se reacomodaron al nuevo panorama. No nos debe llamar la atención que esas mismas organizaciones hoy firmen una paz social con el gobierno. Para ellos, las enseñanzas del 2001 son claras: ante cada crisis de las instituciones de los de arriba, hay que cooperar para reconstruirles la legitimidad.

El brutal ajuste que están llevando adelante Macri y los distintos gobernadores, como no podía ser de otra manera, está recayendo nuevamente sobre nuestras espaldas. Bajo la utilización de eufemismos como “sinceramiento” y “reacomodo de la economía”, el nuevo gobierno nacional ha decidido que los de abajo paguemos las nueva crisis que sus propios gobernantes generaron. Pero para nosotros, las enseñanzas del 2001 también son claras: ante los ataques de los de arriba, debemos construir desde las bases de la sociedad la resistencia. Debemos retomar las mejores tradiciones del movimiento piquetero; hacer proliferar las asambleas populares y los espacios de discusión y politización en los sindicatos, las universidades y los barrios; luchar contra el ajuste salvaje, contra el patriarcado y el machismo; por trabajo digno, vivienda, educación y acceso a la cultura.

Pero esta lucha debe comprender, junto a la resistencia, un proyecto político de la clase trabajadora y las organizaciones de izquierda debemos ser las encargadas de ponerlo en marcha. La lucha por el trabajo digno, contra los despidos y la precarización laboral, se debe transformar paulatinamente en la lucha por el fin de la explotación de hombres y mujeres; contra este sistema de injusticias que cuando sus ciclos de acumulación por una pequeña parte de la sociedad se ven afectados lanza a las grandes mayorías a la miseria y el hambre. Si no ponemos en jaque a este sistema, la lucha estará incompleta. Pero si construimos una alternativa propia, donde el trabajo de hombres y mujeres sea liberado de la explotación, podremos gritar “que se vayan todos”, estando confiados en que no volverán nunca más.

Muchas gracias».

 

.

«¡Recuperemos nuestro pasado de manos de quienes lo mancillan, critiquemos lo que han hecho con nuestro presente y expropiemos el futuro porque no hay nada para nosotros en el que nos ofrecen!»

mxg-sin-fondo