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Concursar y designar como cerdos
Humanidades: una granja sin rebeliones
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Quede claro de antemano que no tenemos nada contra el puerco ese «animal singular» de hocico sutil, desde luego mucho más refinado que nosotros en materia de tacto y olfato. Pero quede claro también: odiamos la glotonería almibarada y el tartufismo humanitario de eso que llamamos la camarilla arribista y academicista de la Universidad.
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A cada chancho le llega su San Martín, salvo en Humanidades que consiguen un cargo. En el día de la fecha los miembros del Colectivo de Filosofía nos hicimos presentes en el Consejo Académico de Humanidades para hacerle frente a una nueva embestida contra nuestra carrera. Desde la gestión de la Facultad, con la decana María Coira a la cabeza, se designó a Nicolás Moyano Loza irregular y arbitrariamente. En primer lugar el “Registro de antecedentes” mediante el cual fue “elegido” se conformó con el dictamen de Manuel Comesaña y su ex esposa Patricia Britos, y el graduado Fornoni, a puertas cerradas sin la presencia del claustro estudiantil. Todo queda en familia. A diferencia de otras veces (Por ejemplo el registro de Historia de la Ciencia) la gestión de la facultad, no creyó conveniente que esta cuestión se trate en el lugar en el que deben tratarse estos asuntos: el Consejo Departamental. ¿Qué cambió? Nada sustancialmente. Es que como todavía no cerró la rosca en las elecciones de profesores (aun cuando el mandato de los docentes salientes ya se acabó) no se puede constituir el Consejo. Esto desnuda el carácter anti-democrático de los órganos de cogobierno que sólo parecen estar para legitimar las roscas de la camarilla.
Cuando los votos del graduado Assalone (usurpador del cargo del Colectivo de Filosofía), la agrupación Phronesis y los docentes coinciden con los intereses de la gestión de la Facultad entonces el Consejo Departamental es el lugar dónde deben tratarse las cosas (Por ejemplo, nuevamente el registro de Historia de la Ciencia). De lo contrario –cuando el departamental no puede hacer el trabajo sucio directamente- todo se resuelve en el Consejo Académico.
Moyano Loza fue designado por un registro de antecedentes cuya comisión asesora se reunió sin el claustro estudiantil, sin respetar el calendario estipulado por el Consejo Departamental y que desestimó partes fundamentales del Curriculum Vitae de una de las postulantes, la profesora Susana Violante, sin argumento alguno. El descargo de la mencionada profesora ni siquiera fue elevado al Consejo Académico, si el Colectivo de Filosofía no llamaba la atención sobre su existencia el expediente ni siquiera salía de su caja. La secretaria del departamento Ana Caro –bajo la orden de los Consejeros Docentes cuyo mandato ya finalizó- elevó este expediente al Consejo Académico sin que sea tratado por el CAD de Filosofía. El Consejo Académico no solo avaló el expediente y la designación de Nicolás Moyano Loza, también ratificó las irregularidades que ocurrieron durante el desarrollo del registro.
Denunciamos el accionar mafioso y corrupto de la gestión de Humanidades, conducida por la Decana María Coira. La gestión se reparte los cargos públicos como si administrase un negocio familiar haciendo caso omiso a todas las reglamentaciones de la universidad y a todos los criterios académicos. En esta oportunidad ha vuelto a premiar por su afinidad política al graduado Nicolás Moyano Loza haciendo una nueva designación directa de nada más ni nada menos que de un cargo de Adjunto, de forma antidemocrática y sin respetar los órganos consultivos. Vale recordar que el graduado Moyano Loza fue el beneficiado por José Gil al confeccionar un dictamen fraudulento en el registro de antecedentes de Historia de la Ciencia. Gil en aquel momento sin siquiera haber asistido a la comisión evaluadora del registro presentó un dictamen paralelo a la misma, véase: El dictamen de la animosidad y Pacto explícito, persecución permanente.
Este accionar es propio de una casta política enquistada en el poder, que premia con nombramientos a dedo a quienes siguen vaciando la carrera o accionaron como patotas contra quienes nos oponemos a este modo de gobernar la facultad y la carrera. Hernán Murano, Daniel Vásquez y Ángela Raimondi son ejemplos de estas designaciones. Pero también aquellos que han sido beneficiados con la promoción de sus cargos gracias a los fondos del PROHUM, como Rodolfo Rodríguez, Patricia Britos, José María Gil y Fernando Folcher, quienes son consejeros del CAD de Filosofía por el claustro docente y parte de la gestión de la facultad de Humanidades.
A todo esto nos preguntamos: ¿Dónde estaba el consejero graduado en usurpación de cargo, Eduardo Assalone? ¿Dónde estaba la mayoría estudiantil del CAD, Phronesis? En todas las instancias públicas sólo asiste un militante de la agrupación y no emite sonido ante el avance antidemocrático en la carrera. Por otro lado ni siquiera convocaron al Consejo Académico. ¿Por qué no defienden los intereses de quienes están representando? ¿Por qué en esta oportunidad, estos dos sectores (Assalone / Phronesis) callaron ante las irregularidades en el Registro de Antecedentes para Metodología, mientras que en el registro de Historia de la Ciencia presentaron impugnaciones frente a irregularidades inexistentes? Recordemos que Assalone y Phronesis avalaron la operación de la gestión, que consistió en desconocer lo resuelto por la comisión evaluadora –reunida con todos los claustros presentes- para el registro de Historia de la Ciencia que designaba en el cargo a una compañera del Colectivo de Filosofía, la graduada Sonia López. Esta operación política evidenció la existencia de un pacto interclaustros entre los consejeros docentes, el graduado Assalone y la agrupación Phronesis, contra aquellos que damos pelea en defensa de Filosofía. Una pista de las motivaciones de Assalone y su secta de advenedizos podemos encontrarla en los mails que hicieron circular públicamente.
Las camarillas de la gestión, Assalone y su Espacio de Construcción Asamblearia y Phronesis, a tono con el modelo nacional de capitalismo de amigos, proponen una universidad de amigos o mejor, de secuaces. Los docentes, graduados y estudiantes debemos reaccionar frente a la política de repartirse lo público como si fuese un botín de guerra.
Queremos dejar algo en claro. Ni las operaciones políticas, ni las difamaciones, ni el amedrentamiento, lograran callarnos. Seguimos en pie, organizándonos y luchando contra los que pretenden hacer de Filosofía un lugar donde exclusivamente se distribuyen cargos. Seguimos peleando por democratizar la carrera, apelaremos a los registros de antecedentes en tanto los concursos no se materialicen, sin perder de vista que debemos luchar porque se sustancien de forma urgente. Seguimos socializando la información contra quienes se la apropian descaradamente en beneficio propio. Aunque les pese a quienes prefieren la comodidad de lo conocido.
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Adjuntamos en galería de imágenes el dictamen fraudulento de la comisión evaluadora, en primer lugar, y, luego, la nota presentada por la profesora Susana Violante al Consejo Académico de la Facultad.
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Colectivo de Filosofía
Julio de 2013
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