Breve historia de Antropología filosófica


Breve historia de Antropología Filosófica

A propósito del reciente registro de antecedentes de Antropología Filosófica


He aquí una breve narración de los últimos sucesos relacionados con la cátedra Antropología Filosófica. Como ya dijimos cuando contamos la ‘Breve historia de Filosofía Contemporánea’ (ver aquí), elegimos contar la historia pues el olvido de la misma es siempre una forma de conservadurismo. Evitar el debate y el cuestionamiento sobre cómo se han dado las condiciones que generaron la situación actual es, entre otras cosas, perder de vista que podemos modificarla.

La materia Antropología Filosófica contaba desde la creación de la carrera de Filosofía -año 1994- y hasta hace unos días con sólo dos docentes: uno de ellos, el Titular, Lic. Horacio Lamarche, es profesor libre, es decir que su cargo no fue concursado para la materia Antropología Filosófica. Su actividad como docente en dicha cátedra es el equivalente a las funciones que todos los docentes están obligados a cumplir en otras cátedras en las cuales no tienen su cargo concursado. Por el contrario, el segundo docente, Prof. José Luis Arias, es profesor regular, es decir que su cargo como Jefe de Trabajos Prácticos (JTP) fue concursado para la cátedra Antropología Filosófica. Así, desde la apertura de la carrera hasta el momento, la materia contaba con un único cargo propio.

A mediados del segundo cuatrimestre del 2010 el Titular de la materia Antropología Filosófica comunicó que se encontraría con licencia en su actividad docente y, siendo que el docente Jefe de Trabajos Prácticos se hallaba estatutariamente inhabilitado para estar a cargo de una materia, nos topábamos con el hecho de que la cátedra no contaba con ningún docente para hacerse cargo de la misma. Si añadimos a esto que la materia en cuestión es una de las primeras que se cursan en el paso por la carrera de Filosofía (corresponde al segundo año), y que dicha materia se dicta sólo en el primer cuatrimestre de cada año; entonces nos encontrábamos en la situación de que muchos estudiantes no podrían cursar una de las primeras y esenciales materias de la carrera. Esto no es un dato menor teniendo en cuenta que un obstáculo de este tipo, probablemente, contribuye a la deserción en una carrera cuya matrícula es bastante reducida.

Atentos a esta situación, los consejeros departamentales estudiantiles y graduados/as de la Asamblea de Filosofía solicitamos se realizara un registro de antecedentes en Antropología Filosófica, anticipando el vacío docente que habría en el primer cuatrimestre del año siguiente. Para la realización del registro contábamos con el dinero sobrante del cargo de la Profesora Matilde Rodríguez[1]. Sin embargo lo que parecía ser un mero trámite burocrático se vió obstaculizado por la voluntad del claustro docente de la carrera al querer reservar el dinero para promocionar a la docente Patricia Britos, JTP de la misma cátedra, Filosofía Política. Esta fue la razón –muy poco razonable- por la cual llegamos al primer cuatrimestre del 2011 sin docente que dictara la materia Antropología Filosófica.

A principios de este año, y dado que el Departamento de Filosofía se encontraba todavía acéfalo e interrumpido su funcionamiento por falta de representantes docentes en el Consejo Departamental[2], imposibilitando el tratamiento de los temas concernientes a la carrera y, teniendo en cuenta que una de sus funciones del Secretario Académico de la Facultad de Humanidades es la de garantizar el funcionamiento de los Departamentos de las distintas carreras; desde la asamblea de filosofía le solicitamos al mismo una reunión pública para pedirle que arbitre los medios para la creación de un cargo de adjunto o asociado para la cátedra Antropología Filosófica –de esta forma no caeríamos en el peligro de que la materia se quede sin docente a cargo si su titular volviera a ausentarse por razón alguna- y que el proceso de selección del/la docente para la misma sea a través de un Registro de Antecedentes público[3], cuya comisión evaluadora esté conformada por representantes de cada claustro. Entendemos que el registro de antecedentes es la manera más transparente de seleccionar a los docentes en estos casos de urgencia, evitando las designaciones directas sin evaluación de los antecedentes de los postulantes, ya que no se dispone del tiempo necesario para realización de un Concurso de Oposición como lo establece el estatuto.

Así, el miércoles 16 de marzo, tuvo lugar la reunión pública y abierta solicitada con el secretario académico de la facultad de humanidades, Luis Porta, en la que también se hizo presente la vicedecana María Cristina Coira; a la que asistieron compañeros/as estudiantes de la carrera y los/as consejeros/as departamentales estudiantiles y graduados/as de la asamblea de Filosofía. Funcional a la gestión, la minoría estudiantil no se hizo presente[4].

 

La decisión que había tomado la gestión de la facultad era esperar a que se conforme nuevamente el Consejo Departamental, con lo cual la materia se dictaría recién en el segundo cuatrimestre. Esta decisión nos pareció inconveniente pues la materia ya figuraba en la oferta académica. Por otra parte, ya existe un desequilibrio importante entre las ofertas académicas del primer y segundo cuatrimestre: mientras que en el primero los estudiantes tenemos reducidas opciones de materias a cursar, en el segundo se sobrecarga la oferta.

La gestión de la Facultad se negó a crear un nuevo cargo tal como lo solicitábamos pero, ante nuestras insistencias, logramos imponerles, al menos, el llamado a un registro de antecedentes para cubrir la licencia del profesor titular, y así poder empezar a dictar la materia lo antes posible. Si bien creemos que de esta forma se resuelve el inconveniente actual del comienzo de la cursada, somos conscientes de que estos problemas seguirán apareciendo en la medida en que no se regularice a los docentes de la carrera por medio de concursos públicos, y que no se abran nuevos cargos para aquellas cátedras que, como Antropología Filosófica, cuentan con sólo un docente a cargo de la materia.

El lunes 18 de abril, se realizó finalmente el registro de antecedentes, exigido en la reunión pública con el Secretario Académico yla Vicedecana, para que la materia Antropología Filosófica pueda ser dictada este cuatrimestre. Luego de una jornada continua de ocho exhaustivas horas y de una evaluación atenta y pormenorizada de los antecedentes y las propuestas docentes presentadas, la comisión asesora dictaminó, con la aquiescencia total de los integrantes de dicha comisión, un orden de mérito en el cual se posicionó en primer lugar a la eminente y reconocida especialista en el áreala Dra. SusanaBarbosa.  De seguir su curso regular y previsible, el dictamen debía ser aprobado en la próxima sesión del Consejo Académico para convalidar la designación y así permitir que la materia se dicte con normalidad.

Sin embargo, el miércoles 5 de mayo, día en que se realizaba el Consejo Académico, la designación no figuraba entre los temas previstos, por lo que fue presentada sobre tablas, solo después de que algunos de los consejeros departamentales de la asamblea de filosofía, impelidos por la urgencia de que comenzaran las clases y ante el silencio de la minoría estudiantil,  fuésemos a exigirles a las autoridades dicho tratamiento. De haber dependido de la voluntad política de la gestión la aprobación de la designación se hubiese retrasado dos semanas más hasta la próxima sesión de Consejo Académico.

Algunos docentes, que se habían postulado para el registro de antecedentes, nos comunicaron que habían presentado una carta pidiendo una ampliación de dictamen. Dicha carta tampoco estaba para ser tratada en el Consejo Académico, siendo que había sido presentada 9 días antes del mismo. Dada esta situación, la asamblea de filosofía pidió la aprobación del orden de mérito –para poder comenzar con las clases- y que, a la vez, se diera lugar a la ampliación de dictamen, por considerarlo un pedido razonable de los docentes, que contribuye a la transparencia del registro de antecedentes. La ampliación de dictamen implica que la comisión asesora detalle y amplíe su evaluación y los criterios utilizados para la misma. Una ampliación de dictamen no es de ningún modo una impugnación del orden de mérito.

Sin embargo, la gestión de la facultad, sin siquiera contar con la nota de pedido de ampliación de los docentes, decidió designar a la primera en el orden de mérito e invalidar el resto del registro de antecedentes. De esta manera, las largas ocho horas de trabajo de la comisión quedaron desacreditadas por la misma gestión de la facultad. Al menos tuvieron la delicadeza de respetar el primero del orden de mérito. La gestión aplica la dedocracia incluso luego de haber aceptado la realización de un registro de antecedentes. Aunque esta vez el primero del orden de mérito haya sido el designado, no está garantizado que esto siga sucediendo. Ya es costumbre de la gestión Rosenthal tener que dar lugar a registros de antecedentes –que implican una seria labor por parte de docentes, estudiantes y graduados en la evaluación-, para luego, intervenirlos y designar a su conveniencia en el Consejo Académico, anulando así la legitimidad de la comisión asesora de los registros de antecedentes.

Luego de tanta desidia, de tanto retraso y ante la falta de respuestas efectivas e inmediatas por parte de la gestión (el registro fue realizado el 18 de Abril, y desde ese momento, no se trató en el consejo académico hasta el día 5 de mayo) finalmente la materia Antropología Filosófica cuenta con un docente a cargo.

Sin embargo los problemas continúan. Luego de la aprobación en el Consejo Académico creímos que el comienzo de clases sería inminente. Para nuestra sorpresa, la gestión de la facultad no se ha comunicado a la fecha con la docente Susana Barbosa. Tampoco lo ha hecho la secretaria del departamento de Filosofía pues el mismo departamento sigue sin constituirse. A esta altura la animosidad con la que acciona la gestión Rosenthal nos resulta más que evidente.

Desde la asamblea de filosofia nos comunicamos directamente con la Doctora Susana Barbosa, para que, aunque no le corresponda, se contacte con las autoridades para convenir el día y el horario del dictado de clases. Si todo sale con normalidad, creemos que la próxima semana comenzará finalmente a dictarse la materia.

Por lo que respecta a las diferentes gestiones, ya hemos aprendido a dispensar de ellas ya que no harán nada por zanjar esta situación ni otras similares, por la simple razón de que han sido parte de las causas que nos llevaron a estas lamentables circunstancias de precarización e incertidumbre académica. Nuevamente vemos y comprobamos que la organización y la participación activa de todos y todas es la única vía posible para mejorar las paupérrimas condiciones en las que aún nos encontramos en tanto carrera.

Por eso –una vez más- te invitamos a que participes de las asambleas de Filosofía, seas estudiante, graduado/a, docente o investigador/a, para que sigamos decidiendo entre todos y todas.

 


[1] La profesora Matilde Rodríguez, habiendo obtenido un cargo exclusivo enla Universidad de Tandil, licenció su dedicación parcial enla UNMdP en la materia Filosofía Política, transformando, así, su cargo de parcial a simple por cuestiones de incompatibilidad en las dedicaciones -sólo se puede tener una, y sólo una, dedicación exclusiva. Una dedicación exclusiva no permite, reglamentariamente, una dedicación parcial-. Como las dedicaciones implican sueldos diferentes, con esta licencia se produjo un excedente de presupuesto propio de la carrera de Filosofía.

[2] Recién la semana pasada finalizó la elección del claustro docente de Filosofía. Estamos a la espera de la Ordenanza de Consejo Académico correspondiente para poder constituir ,por primera vez en el año, el Consejo Departamental de Filosofía.

[3] Los registros de antecedentes son un método que permite seleccionar a los/as docentes para un cargo vacante cuando todavía no se sustanció el concurso para dicho cargo. Puesto que para que los concursos se sustancien, además de la voluntad política de hacerlo, existen vericuetos legales que llevan su tiempo considerable, es necesario, en el ‘mientras tanto’, una instancia de elección lo más democrática y transparente posible que permita designar al/la docente que dictará las clases. Así, los registros de antecedentes, si bien no son un concurso, contemplan la conformación de una “comisión asesora” con representación de docentes, graduados/as y estudiantes que a partir de ciertos criterios de evaluación (similares a los de un concurso) pueda seleccionar a los candidatos, confeccionando un “orden de mérito”. Antes de los insistentes reclamos de la Asamblea de Filosofía, ese ‘mientras tanto’ era cubierto por el método de la dedocracia. Es decir, los/as docentes de la gestión de la carrera y de la facultad decidían –según sus criterios privados y clientelistas– la designación de tal o cual docente para ocupar el cargo vacante.

[4] Sin embargo, en su blog, un día después de la reunión pública –decidida en asamblea de la carrera con el conjunto de los/as estudiantes- divulgaron que habían realizado un pedido al secretario académico para que se realice un registro de antecedentes para la materia Antropología Filosófica. Tal vez si hubieran ido a la reunión pública, hubieran sabido que el día anterior se le estaba exigiendo eso mismo al Secretario Académico y la Vicedecana de la Facultad, y hubieran evitado poner información falsa. Aquí les dejamos el link donde pueden leer la carta de la que hablamos y las fechas correspondientes: http://phronesis-mdp.blogspot.com/2011/03/problemas-con-filosofia-medieval-y.html. Los invitamos a una comparación clikeando aquí: https://colectivodefilosofia.wordpress.com/2011/03/17/novedades-sobre-antropologia-filosofica-y-filosofia-medieval/